Opinión

Nuestro único derecho es luchar para seguir viviendo

  • Cerca de 5,6 millones de personas en el mundo han muerto por coronavirus; en nuestro país cifras no oficiales destacan que casi medio millón de ciudadanos han perdido la batalla desde que el virus llegó a México.

EL PEREGRINO // Por: Abel Flores

Todos o la mayoría de los tlaxcaltecas hemos conocido un amigo, un vecino o hasta un familiar que haya perecido por el maldito virus.

Sabe como es la muerte de alguien que se infectó de Covid, bueno, todo comienza como una simple gripe, pero a medida que el virus avanza, puede ser en cuestión de horas o minutos, las personas infectadas ya no pueden respirar, “es como si usted se metiera una bolsa de plástico en la cabeza e intentara jalar aire después de haber trotado un kilómetro”, detalla el portal BBC de Londres.

Esta sensación va acompañada de fiebres, escalofríos, contriciones en el cuerpo, fuertes dolores de estómago, vomito, hasta que las personas pierden el sentido.

Después, en pocas horas, los vasos sanguíneos dañados del cuerpo empiezan a filtrar líquido en los tejidos pulmonares. Sus riñones comienzan a segregar toxinas en todo el cuerpo y ya para estas alturas, el enfermo se está ahogando lentamente… es cuando de urgencia los médicos deciden entubarlo.

El pronóstico es devastador, lo que le espera es la muerte…

Pero si alguien se llega a salvar, entonces, su recuperación tardará meses, será lenta y angustiosa, pues el virus le ha quitado la vitalidad que necesita para continuar…

Casi no come y ha perdido casi 20 kilos, los pulmones estarán dañados y tardará años en volver a recuperar su salud.

Las personas que se encuentran alrededor del paciente, han quedado desbastadas económica, física y moralmente…muchos de ellos han vendido sus casas, terrenos, autos, con la esperanza de ver a su enfermo recuperado.

Y los que lo han perdido un amigo, conocido o familiar, han sufrido un gran dolor, nada en sus vidas volverá a ser igual…nunca más lo volverán a ver y se preguntarán una y otra vez, qué hicieron mal, o si actuaron tarde.

Bueno, esta pesadilla es una realidad, pero, aunque le parezca fantástico, hay un grupo de personas, acá en nuestro estado, que dedicaron tiempo y recursos, sabe para que, no como los médicos para salvar vidas, no, lo usaron para meter un amparo en contra del gobierno de Tlaxcala para que se les permita la entrada a todo tipo de lugares públicos y privados sin que muestren su certificado de vacunación, lo que el gobierno había restringido.

Sí, aunque no lo crea, a ese grupo de personas no les importa si alguien ya sufrió o las muertes que ya se haya cobrado el coronavirus.

Es poco que decir de ellos, dar una explicación o un motivo de que los mueve a efectuar ese tipo de acciones egoístas está demás, solo esperemos de verdad que nunca pasen por algo así.

La vida es sabia y a todos nos da una lección, tarde que temprano…deseamos que la lección de ellos y del juez que les concedió el amparo sea justa y necesaria para que entiendan que su derecho acaba, donde empieza el de otros, pues nuestro derecho es luchar para seguir viviendo.