Opinión

Mujeres y bienestar


El Peregrino / Por: Abel Flores 
 
Las personas con discapacidad constituyen la minoría más numerosa y desfavorecida del mundo, en la mayoría de los casos tienen limitaciones para acceder en igualdad de condiciones, a educación, empleo, protección social, salud, cultura, transporte, información, así como otros derechos básicos. 
 
Los estudios señalan que es más complicado para las mujeres que sufren alguna discapacidad que para el sexo masculino. Son ellas quienes tienen mayores probabilidades de experimentar resultados económicos adversos. Así esta condición sumada al entorno social que sufren hoy en día en diversos escenarios produce una desventaja para las féminas de grandes proporciones. 
 
La presidenta honorífica del Sedif, Mariana Espinosa de los Monteros Cuéllar, ha señalado que el compromiso es mayor con las personas con discapacidad, para que juntos puedan conquistar sus sueños. 
 
A poco más de un año de gobierno, el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (Sedif) brindó atención a 7 mil 286 mujeres y niñas con alguna discapacidad, a través de sus diferentes programas como terapias de rehabilitación, capacitación y vinculación laboral, y entrega de aparatos funcionales, entre otros. 
 
En este periodo de tiempo la dependencia entregó 157 credenciales nacionales a mujeres con discapacidad; Sedif brindó valoración física y psicológica a 61 mujeres para posteriormente insertarlas al sector laboral. 
 
En este sentido, se logró insertar al sector laboral a 33 mujeres de entre 18 y 57 años con discapacidad física, intelectual, auditiva y visual en empresas como Providencia, seguridad privada, Walmart, Gran Bodega y se fomentó el autoempleo a través de Huerto Familiar, Granja Ebenezer y en reproducción de conejo. 
 
Además, se capacitó a 50 mujeres en áreas como bisutería, informática, repostería y manualidades. 
 
Cada vez es mayor la conciencia que se tiene en el mundo y el país sobre el desarrollo inclusivo de la discapacidad, ante ello, el gobierno que encabeza Lorena Cuéllar establece claramente que esta situación no puede ser un motivo ni criterio para privar a este sector a programas de mejora para que tengan una mejor calidad de vida.