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Pandemia afecta nuevamente ventas para Día de la Candelaria

  • Las pérdidas son de hasta el 70%, dicen comerciantes; esperan que hoy y mañana los fieles adquieran vestimentas para el Niño Dios

La cuarta ola de contagios producida por la pandemia del coronavirus en Tlaxcala afectó nuevamente la venta de artículos religiosos, principalmente atuendos para el Niño Dios, que serán utilizados para el próximo 2 de febrero, Día de la Candelaria.

Comerciantes dedicados a ofrecer estos productos reportaron, hasta ayer, que sus ventas han caído hasta un 70 por ciento (%) comparadas con las del 2020, último año que instalaron sus puestos antes de que comenzara la pandemia, y hasta un 40% con respecto al año pasado, cuando ya había restricciones sanitarias.

Para amortiguar la situación, han tenido que incrementar un poco los precios, ya que de otra manera la falta de clientes los hará caer en una crisis en la que, por lo menos durante esta temporada, no se recuperarán.

Mariana, vendedora de atuendos y accesorios para el Niño Dios, dijo que “pues ya es inicio de semana y no hemos vendido, así como ves a mi puesto que solo llegan y preguntan, así estamos todos, normalmente el fin de semana antes del 2 de febrero es cuando tenemos mejores ventas, pero esta vez no es así”.

Recalcó que tienen hasta el primero de febrero o la mañana del 2 para vender lo más posible, de lo contrario ya no recuperarán lo invertido, por eso muchos comerciantes y previendo que esto pasaría, decidieron no comprar nueva mercancía o, definitivamente, este año no salir a vender.

“Nuestro último año de buenas ventas fue el 2020, el año pasado ya había pandemia y si vendimos, pero no como lo esperábamos, y ahora es mucho peor, de 10 personas que vienen y se acercan a preguntar solo una o dos decide comprar, pero se llevan los accesorios más económicos porque tampoco las familias tienen dinero”, dijo.

Y es que, las condiciones sanitarias y el alza de precios de productos de la canasta básica desde principio de año, han obligado a los católicos a poner los gastos del hogar por encima de la tradición, y aunque es una costumbre que no se perderá, es claro que muchos prefieren llevar sus imágenes a la iglesia con atuendos adquiridos anteriormente antes que desembolsar para uno nuevo.