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Manifestantes se adueñan de autopistas

Trabajadores de ferias continúan instalándose en la caseta de cobro de Ixtacuixtla, sobre el Arco Norte, ni la Guardia Nacional lo impide

Autoridades federales, que vigilan las casetas de cobro en Tlaxcala, han permitido que manifestantes hagan de aquellos lugares un negocio, afectando a las empresas encargadas de su operación y a miles de automovilistas que buscan trasladarse de forma rápida y segura para llegar a sus destinos.

La Guardia Nacional (GN), principalmente, ha sido omisa a la hora de impedir que grupos de comerciantes o campesinos se adueñen de las carreras, en las zonas de peaje, y extorsionen a los conductores, instruyan el tránsito vehicular y hasta se presenten conatos de violencia o riñas por ganar una plaza para trabajar.

Esto ha dado como resultado que, desde hace unos meses y de manera constante, las casetas de cobro de la carretera Arco Norte, a la altura de los municipios de Sanctórum e Ixtacuixtla, sean un punto en donde muchos quieren sacar provecho y cuya oportunidad no están dispuestos a dejar pasar.

La semana pasada, un grupo de trabajadores de ferias se enfrentó a miembros de una organización campesina que pretendía pedir dinero a las personas que transitaban sobre la vialidad; el argumento fue que ese es su lugar de trabajo y los campesinos lo estaban invadiendo sin que la corporación de seguridad federal hiciera algo para impedirlo.

Antes de eso, se habían presentado varias ocasiones en que campesinos provenientes del Estado de México sitiaban las casetas de Sanctórum e Ixtacuixtla para pedir «apoyo voluntario», a la vista de todos y sin que elementos de la Guardia Nacional, institución que hace base en las autopistas, intenten siquiera impedirlo.

La tarde del martes, los trabajadores de ferias nuevamente tomaron el punto de cobro de Ixtacuixtla, y aunque la empresa que opera la carretera se quejó por los daños económicos que provocan, con en otras ocasiones nadie hizo algo para impedirlo.

Debido al tránsito vehicular, quienes piden dinero en las autopistas llegan a percibir hasta mil pesos por cada minuto, considerando que, en promedio, cada automovilista puede dar hasta 50 pesos, aunque en el caso de los conductores del transporte de carga, esa cuota puede subir hasta los 200 pesos.