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ES INSUFICIENTE EL SANEAMIENTO PARA DETENER LA CONTAMINACIÓN DEL AGUA EN EL ESTADO

  • La problemática se agrava por “la escasa cultura de la población para ahorrar, reutilizar y conservarla” en el entorno rural y urbano.

Por José Luis Ramírez Romero

Los problemas del sector hídrico en Tlaxcala se relacionan principalmente con el tratamiento y el reuso del agua.

De acuerdo con información del gobierno estatal, la mayor parte de las plantas de tratamiento de aguas residuales operadas por los municipios “no cumplen con las condiciones establecidas en la modificada Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-1996 para las descargas de aguas residuales a efluentes federales”.

En el 2020, había en operación 68 plantas de tratamiento de aguas residuales de carácter público, las cuales contaban con una capacidad instalada de un mil 884.4 litros por segundo, y un caudal tratado de 108.5 millones de metros cúbicos. Pero de dicho total, nueve eran operadas directamente por el estado, con las cuales, al cierre del 2021, se trataba el 43% del agua residual generada en la entidad.

Es por ello que, para la actual administración estatal, “el saneamiento de las aguas residuales en el Estado de Tlaxcala ha sido insuficiente para detener la contaminación de los cuerpos de agua, cumplir la norma ambiental, y aprovechar las ventajas que aporta a la sustentabilidad el uso de aguas tratadas, en lugar de agua de primer uso, en diversas actividades”.

Y es que, de acuerdo con estudios realizados desde el año 2000, la contaminación del agua en Tlaxcala ha favorecido la presencia de enfermedades graves en la población, así como la pérdida de la biodiversidad en las zonas agrícolas, debido a que la acumulación de plomo y silicio en el suelo rebasan los niveles permitidos en la Norma Oficial Mexicana NOM-001.

A lo anterior, se suma “la escasa cultura de la población para ahorrar, reutilizar y conservarla” en el entorno rural y urbano, el crecimiento poblacional y la migración interna, y la búsqueda del desarrollo económico, ante lo cual, el Gobierno del Estado reconoce la necesidad de “fomentar la participación de las comunidades y la sociedad civil en acciones de cuidado del vital líquido y de prevención de la contaminación de los cuerpos de agua”.

Por ello, anticipa que, en este sexenio, actuará “con orden y determinación para avanzar progresivamente” en esta materia, pues “es imprescindible reconocer la configuración de la problemática” ante el incumplimiento al derecho de todas las personas a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar.