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Con homenaje a fallecidos por Covid-19 reanudan Circo Romano en Aquiahuac

  • El director y dos integrantes del cuadro de actores perecieron durante la pandemia; a las 3 de la tarde pausaron la representación para rendirles reconocimiento

Con un homenaje al director y a los actores de la obra “El Divino Mártir”, fallecidos durante la pandemia por el Coronavirus, en Santa Cruz Aquiahuac, comunidad del municipio de Tetlatlahuca, reanudaron la representación del Circo Romano, la Pasión y Muerte de Jesús el Viernes Santo.

Aunque las actividades comenzaron desde antes del mediodía, a las 3 de la tarde (15:00 horas), el elenco a órdenes de sus coordinadores pausaron todo para agradecer el haber regresado luego de dos años de haber suspendido la actuación, con motivo del Covid-19 y sus consecuencias en Tlaxcala.

El director de la obra, junto con autoridades municipales y de la comunidad, expresaron que “en la fiesta del “Divino Mártir” conmemoramos la vida y la pasión de nuestro Señor Jesucristo, un día como hoy a las 3 de la tarde quien dio la vida por nosotros debido a su amor, debido a la esperanza, de tener un mundo mejor, murió en la cruz, por eso pido a cada uno de los presentes un minuto de silencio”.

 A la par, el minuto de silencio también fue solicitado para honrar a Ruperto Cervantes Medel, quien por más de 45 años dirigió a los más de 120 actores que participan, a Ubaldo Mejía Medel, quien representó a Jesús durante 28 años y Javier Saldaña Cervantes, quien también participó representado a Jesús de Nazaret por cuatro años.

Este 2022 y luego de reanudar el Circo Romano, la Pasión y Muerte de Jesús, quien tomó el cargo de director es Carlos Antonio Cervantes Gutiérrez, que será también el representante del grupo e Iván Cervantes Serrano, en el papel de Jesús.

El Circo Romano es una representación exclusiva de Santa Cruz Aquiahuac y se realiza el Viernes Santo, incluye algunos pasajes bíblicos del Antiguo Testamento para empatar con escrituras del Nuevo Testamento para concluir con la vida de Jesús hasta su crucifixión.

Durante la obra, donde participan actores no profesionales, pueden verse luchas entre gladiadores, la muerte de una mujer con sus siete hijos por negarse a abandonar su fe cristiana y caballos tirando de carretas que arrastran a personas por no obedecer los mandatos de un rey pagano.

Debido al realismo con el que cada escena es interpretada, miles de personas acuden para ser testigos y, al mismo tiempo, a reafirmar su fe, convirtiéndose en la representación más viva del Viacrucis en Tlaxcala.