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Tortillas económicas podrían dañar la salud, advierten empresarios

  • Cuestan hasta 9 pesos por kilo, pero podrían estar elaboradas con cal para construcción y maíz robado; las venden negocios clandestinos que no son verificados por COEPRIST o PROFECO

Las tortillas económicas que en su mayoría provienen de negocios clandestinos que no cuentan con un local comercial, y cuya manufactura es dudosa, podrían afectar la salud de los consumidores.

Llegan a costar, en algunos casos, hasta 9 pesos por kilo, lo que atrae a los clientes, pero podrían estar elaboradas con maíz robado y cal utilizada en la industria de la construcción, además de que los vehículos que utilizan para repartirlas podrían consumir combustibles de procedencia ilícita, lo que hace posible que su costo sea bajo si afectar a los vendedores.

Así lo manifestaron algunos empresarios, quienes dieron a conocer que en Tlaxcala aumentó la proliferación de negocios clandestinos de venta de tortillas, pero se trata de personas que compran gasolina a los huachicoleros, maíz robado o de mala calidad.

“Compran huachicol, maíces robados, meten cal de construcción, la mayoría usa cal de construcción, no usan cal para consumo humano y la gente no lo sabe, esto podría dañar su salud”.

Recientemente, la vicepresidenta de la Cámara Regional de la Industria de la Masa y la Tortilla, Bertha Mora Avendaño denunció que los dueños de estos negocios usan motocicletas para colocar el producto a diversas colonias de Nativitas, Tlaxcala, Apizaco, Chiautempan y Contla, principalmente.

“Se está dando mucho el trabajo clandestino, hay mucho motociclista que andan metidos en todas las calles, colonias, comunidades, pero tú no sabes como elaboran las tortillas. Incluso, compañeros que estaban dados de alta en la cámara dicen que esto no les conviene, porque es como decirle a la autoridad, ven verifícame”.

Bertha Mora expuso que, además de que estos motociclistas representan una desventaja y una competencia desleal para los negocios formales, son establecimientos que no son revisados por la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) ni por la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coeprist).

Incluso, refirió que otro problema de la competencia desleal es que muchos de estos negocios son de familias que tienen una tortillería declarada, pero cinco en la clandestinidad; lo cual pega a los que sí pagan permisos, luz, refrendos, diésel, maíz de calidad, entre otros gastos.