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SON LOS MUNICIPIOS LA PIEZA MÁS DÉBIL EN LA ESTRATEGIA DE SEGURIDAD

  • Alcaldes violan la normatividad federal al contratar elementos sin evaluaciones de control de confianza ni Certificado Único Policial; apenas 47% de los policías municipales, y 41% de los directores de seguridad municipal, cumplen el requisito.

Por José Luis Ramírez Romero

La seguridad pública del Estado de Tlaxcala tiene graves deficiencias a nivel municipal, reconoce el secretario de Seguridad Ciudadana (SSC), Ramón Celaya Gamboa, al advertir avances mínimos en este nivel de gobierno en evaluaciones de control de confianza y Certificado Único Policial (CUP).

Al 31 de diciembre de 2022, y con base en datos de la Comisión Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública (CESESP), en la entidad, hay un estado de fuerza de dos mil 215 policías municipales, de los cuales mil 388 han sido evaluados.

De ellos, mil 052 han sido aprobados, y 336 no fueron aprobados.

Además, 61 están en espera de programación, y 214 por recibir resultados, mientras que 552 permanecen sin evaluación, y solamente 353 cuentan con CUP.

Esta situación indica un incumplimiento de la normatividad federal, por parte de los alcaldes, quienes están obligados a contratar únicamente a policías que pasan su evaluación. Y esta omisión explica la razón por la que, actualmente, hay elementos operativos en servicio que, “la verdad, no saben las mínimas capacidades de la función policial”.

“Y esto pasa, prácticamente en su totalidad, por la responsabilidad del municipio”, de acuerdo al titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), para quien el escenario es aún más preocupante al observar que, de los 60 Directores de Seguridad Pública Municipales, solamente 22 están aprobados en su examen de control de confianza, y son los únicos que, por ley, deberían estar en funciones.

No obstante, la realidad de la seguridad pública desde lo local es que los presidentes municipales están contratando personal directivo y operativo sin evaluarlos, y “aún tenido en su poder la información de que no son aptos, no han hecho nada por cambiarlos”.

“Y les hemos ofrecido todo el apoyo. Desgraciadamente, las policías municipales, al no estar subordinadas a la Secretaría de Seguridad Ciudadana, y al tener un componente político, que es el presidente municipal, deciden de manera libre si nos hacen caso o no”, acepta el funcionario.  

Para Celaya Gamboa, los ediles deberían separar de las corporaciones policiacas a los elementos que están reprobados. También, deberían ir más allá del examen de control de confianza, y buscar la certificación de sus elementos para garantizar la competencia plena de habilidades básicas de la función policial.

Empero, hay un claro desinterés por cumplir con las disposiciones que prevé la ley: “Es importante señalarlo”.

“Me reuní con ellos en una conferencia con directores municipales de seguridad pública, y toda esta información se les dijo. Se convocó a los presidentes municipales y a los jefes de policía. Sólo cuatro presidentes municipales asistieron, y 56 jefes de policía; cuatro no fueron. Es decir, hay gente a la que no le interesa la seguridad, y en todo quieren responsabilizar al estado”, señala.

En lo que fue la primera Conferencia Estatal de Directores de Seguridad Pública Municipal de Tlaxcala, celebrada en Apizaco, se establecieron las líneas de acción para avanzar en el combate a la delincuencia y dar continuidad a los trabajos del nuevo Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica.

Ahí se les ofreció el apoyo de la SSC, a través de su instituto de Formación Policial, para que accedan a cursos de capacitación para sus policías sin costo. Incluso, se les brindó facilidades para que se agilicen sus pruebas ante el Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza (C3), y se establecieron condiciones para que pudieran obtener más recursos federales para seguridad.

Pero fue evidente que, “empezando por el presidente municipal, y terminando con su jefe de policía, desconocen las Constitución, porque el Artículo 21 Constitucional otorga la seguridad pública como competencia concurrente a los tres órdenes de gobierno, y ni uno puede evadir la responsabilidad que le toca.  Y lo que les molesta, que estos se les diga de manera clara, franca, sin ocultarla, porque desde ahí comienza el problema de la inseguridad”.

Por lo anterior, Ramón Celaya adelanta que el C3, que depende de la CESESP, recluta a nuevos evaluadores para tener mayor capacidad de evaluación.

Asimismo, se dará estímulos a los municipios que demuestren cumplimiento de la normatividad en seguridad pública, como uniformes y equipo, incluso patrullas en comodato, si carecen de capacidad financiera para ello.

Con recursos federales, en Tlaxcala se construirán 18 Centros de Mando llamados C2, y los recibirán las comunas que comprueben altos niveles de certificación y compromiso con la función policial.

“El criterio de elegibilidad más importante debería ser el Jefe de Policía que se interese en su gente, que no sea indolente ante los llamados de auxilio del ciudadano, porque el primer respondiente de la policía de proximidad es el municipio, y ahí es donde estamos fallando”, anota.