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Sin dinero y con precios altos, resienten familias el mes de agosto

Los últimos 30 días algunos productos básicos incrementaron su costo, ese fue el motivo por el que la economía se afectó aún más en la pandemia

Sin dinero, derivado de la crisis económica que ha dejado el coronavirus en el país, con un inicio de cursos escolares desordenado y de manera digital, y con el alza en los precios de varios productos de la canasta básica, las familias tlaxcaltecas resienten el mes de agosto.

Los últimos 30 días, pese a que en algunos rubros hubo mejoría, han significado un descalabro a la economía familiar, los precios de productos básicos, como el jitomate, el tomate verde y el limón, incrementaron en un porcentaje considerable, lo que vino a mermar la de por sí ya lastimada economía.

Se prevé que los últimos cuatro meses del año la situación en Tlaxcala no sea del todo favorable, sobre todo cuando más de dos mil 500 personas han perdido su empleo de manera formal.

Por el contrario, el trabajo informal comienza a aumentar, es decir, pareciera que quienes trabajaban en alguna empresa ahora están buscando nuevas oportunidades a través de pequeños negocios o saliendo a las calles a ofrecer diferentes productos.

Otros, en cambio, tuvieron que optar por vender artículos que saben elaborar, por ejemplo, manualidades, postres, alimentos y hasta accesorios y prendas de vestir.

Las redes sociales gratuitas han sido el canal para ofrecer diversos productos; las personas cuya economía se ha visto lastimada optaron por ofrecer sus productos a través de WhatsApp o Facebook, buscando tener mayores ingresos, aunque, en un mercado desgastado económicamente, los resultados no han sido del todo favorables.

Aun así, los tlaxcaltecas han sabido mediar y, aunque un poco inestables, han sabido compensar la falta de dinero, o de empleo, con las alternativas para fortalecerse y sacar adelante a sus familias.

El panorama se veía venir desde hace varios meses, cuando el coronavirus provocó el paro de empresas a nivel nacional, los comercios locales también cerraron y de estos, un porcentaje importante ya no se recuperó.

Las fábricas tuvieron que abrir sus puertas ante el colapso de sus ventas y la incapacidad por mantenerse sin operar, pero eso les costó el trabajo a muchas personas; el objetivo fue reducir gastos.

Se espera que la situación mejore para el próximo año, aunque en tanto los productos de la canasta básica continúen aumentando sus precios, la situación económica familiar será más difícil.