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SALUD MENTAL, RETO DEL ACTUAL SEXENIO

  • En Tlaxcala, 44% la población de 7 años y más se ha sentido alguna vez deprimido.
  • En el periodo 2011-2020, se han quitado la vida 52 personas, en su mayoría, hombres.
  • Gobierno estatal plantea líneas de acción para fortalecer la capacidad resolutiva de los servicios estatales de salud para atender los problemas en este ámbito.

Por José Luis Ramírez Romero

La depresión es una de las 20 morbilidades más importantes en Tlaxcala.

De acuerdo con las cifras de la Encuesta Nacional de los Hogares del 2017, el 44% la población de 7 años y más se ha sentido alguna vez deprimido.

Según el gobierno estatal, la depresión, junto con los trastornos de ansiedad y por déficit de atención, así como el autismo o los trastornos de la conducta alimentaria, son algunos de los diagnósticos más comunes de afectación a la salud mental.

Por ello, dentro del Plan Estatal de Desarrollo (PED), se considera prioritario identificar oportunamente a las personas en riesgo y mejorar la salud mental de la población, mediante la ampliación de la prestación de servicios y atención de problemas de salud mental, neurológicos y de abuso de sustancias.

Para la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), la salud mental es “un estado de bienestar por medio del cual los individuos reconocen sus habilidades, son capaces de hacer frente al estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera, y contribuir a sus comunidades”.

Sin embargo, escenarios como el derivado por la Covid-19 y las medidas de distanciamiento social instrumentadas para prevenir su contagio, “han afectado las formas de convivencia familiar, escolar, laboral y social; y han potencializado la trascendencia de la atención a la salud mental”.

Por ello, “se hace necesario fortalecer los servicios de atención para los tlaxcaltecas que se ven afectados por factores genéticos, psicológicos, neurológicos, ambientales o sociales”.

El diagnóstico de la situación de la salud mental en la entidad sugiere el aumento de enfermedades de este tipo, ante la falta de apoyos adecuados y suficientes, razón que incidió en el incremento del número de suicidios en el estado a partir del 2011.

Al respecto, la actual administración estatal estima que, “en el periodo 2011-2020, se han quitado la vida 52 personas, en su mayoría, hombres”. Además, “el porcentaje de muertes por suicidio, respecto al total de muertes violentas, también se ha incrementado, al pasar del 2.6% en el 2000, al 7.3% en el 2010; 10.78% en el 2019; y 9.72% en el 2020”, y es de resaltar que, “en el año 2020, el 40% de los suicidios se presentó en la población de 15 a 29 años”.

De hecho, al inicio del sexenio, la población joven se encontraba más expuesta a problemas de drogadicción y farmacodependencia, ya que, en el 2020, se reportaron 313 casos de personas con farmacodependencia, de los cuales 13 se presentaron en menores de 10 a 14 años, 79 en personas de 15 a 19 años, 83 en individuos de 20 a 24 años y 37 en jóvenes de 25 a 29 años, cifras que advierten del inicio temprano de la farmacodependencia en la niñez y adolescencia, “por lo que se hace inminente reforzar los programas de atención con un profundo énfasis en los esquemas de prevención”.

Es así que, debido a que la salud mental “determina la forma en la que vivimos y cómo nos sentimos”, se requiere para su tratamiento “la participación de un equipo multidisciplinario de médicos, psicológicos y psiquiatras”.

Para ello, además de realizar un diagnóstico de la oferta y demanda de servicios de salud mental, el gobierno estatal planteó como líneas de acción fortalecer la capacidad resolutiva de los servicios estatales de salud para atender los problemas en este ámbito.

En tal sentido, creará el Centro Integral de Salud Mental y Bienestar en el estado, para otorgar servicios integrales en la materia y prevenir las adicciones, y elaborar una propuesta integral y transversal de la iniciativa de Ley Estatal de Salud Mental en el Estado de Tlaxcala.

Asimismo, buscará la disponibilidad del personal especializado en los servicios estatales, para la atención de salud mental; promoverá ambientes familiares, escolares, laborales y sociales libres de discriminación y maltrato, para contribuir a la óptima salud mental de la población; y se aplicará, como parte del servicio de salud, un protocolo de atención oportuna, breve y adecuado, a las personas en situación de emergencia, causada por problemas relacionados con su salud mental y adicciones que pongan en riesgo su vida.

Lo anterior, implicará también capacitar al cuerpo docente y administrativo en las escuelas para la aproximación adecuada al trabajo corresponsable por la salud mental de los alumnos.