OpiniónPORTADA

LA FALSA UNIDAD PRIISTA

Por: José Luis Ramírez Romero

Hace unos días, tres connotadas figuras priistas publicaron en sus redes sociales una fotografía juntos con el mismo mensaje: “Hoy más que nunca la unidad es prioritaria para el fortalecimiento de nuestro Partido, el diálogo permanente y la inclusión son esenciales para lograrlo”.

La ex candidata al gobierno estatal, Anabell Ávalos Zempoalteca, apareció flanqueada por la diputada local y coordinadora de la fracción parlamentaria tricolor, Blanca Águila Lima, y el diputado federal y secretario de Atención para Estados de Oposición del CEN priista, Mariano González Aguirre.

Se trató, según trascendió, de una “importante reunión de trabajo”, en la que los tres coincidieron en que la unidad y el diálogo permanente son factores fundamentales para fortalecer al PRI, pues sólo bajo esta premisa se podrá reconstruir al partido.

La realidad es que el mensaje generó inconformidad entre simpatizantes y militantes del Revolucionario Institucional, que ya venía mostrando síntomas de resquebrajamiento con la inesperada renuncia de su dirigente estatal, Noé Rodríguez Roldán.

Por lo que ahora, rumbo a la renovación de la Presidencia del Comité Directivo Estatal, el mensaje de Anabell Ávalos y compañía se advierte como un intento por mantener en su control lo que queda del tricolor que, ciertamente, se está desintegrando.

Este domingo, el alcalde de Cuapiaxtla, Antonio Romero Rodríguez, anunció su salida del PRI. Con él, se fueron el Secretario del Ayuntamiento y varios presidentes de comunidad, que ahora forman parte de las filas de la 4T. Y se sabe que, próximamente, harán lo propio autoridades de Altzayanca.

Además, existen personajes, como Arnulfo Arévalo, quien ya está buscando formar su propio partido político, llevando consigo estructura priista.

El otrora partido hegemónico está perdiendo estructura y representantes. Es un hecho.

Incluso en el Congreso local, los desencuentros entre los tres integrantes de la bancada, de cara a la aprobación el Presupuesto de Egresos 2022, permitieron advertir escenarios de división por diferencias difíciles de reconciliar.

Es así que, bajo este escenario, la foto de la reaparición pública de Anabell Ávalos, y su encuentro con Blanca Águila y Mariano González, no implica más que la falsa unidad priista.

Militantes y simpatizantes están dolidos por el trato de recibieron en el pasado proceso electoral por parte de sus dirigentes, y por el abandono que sufrieron tras la derrota de junio pasado, de modo que el llamado de Anabell, Blanca y Mariano, significa para muchos una burla, porque se beneficiaron de decisiones cupulares.

Mientras Águila Lima y González Aguirre llegaron a curules, Ávalos Zempoalteca no la pasa mal como dueña de su hotel-restaurante. En cambio, muchos priistas de a pie, incluso autoridades electas, experimentaron la indiferencia de sus lideres, quienes consintieron que el partido quedara anulado.

Es cierto: la unidad es prioritaria para el fortalecimiento de un partido, que requiere del diálogo permanente y la inclusión para lograrla. Sin embargo, el PRI está muy lejos de la cohesión, así como Anabell, Blanca y Mariano están apartados de la estructura y las bases.

¿Quién les puede creer ahora que el PRI puede ser reconstruido cuando ellos lo pusieron al servicio de sus propios intereses?