Inventan nueva técnica para alargar vida de cubrebocas N95
Un equipo de cientificos de la Universidad del Sur de Florida (USF), desarrolló una totalmente nueva técnica que posibilita desinfectar velozmente y recargar los filtros de las mascarillas desechables N95 y puede contribuir a minimizar los inconvenientes: su escasez y la contaminación que generan.
Los científicos aseguran que con su técnica se puede restaurar el 95 % de la eficiencia de filtración original de la N95, inclusive luego de 15 ciclos de procedimiento.
Según un artículo publicado en la página de USF, la técnica «pendiente de patente» usa el denominado «impacto o descarga corona», un fenómeno provocado por la ionización del aire circundante a los conductores eléctricos, para esterilizar las mascarillas que salvaguardan del covid-19 y otras patologías transmisibles por el aire.
No solo desactiva los patógenos presentes en una máscara, sino que restablece las cargas electrostáticas, según los resultados de la averiguación publicados en «Environmental Science & Technology».
Los resultados positivos de esta técnica son, según sus creadores, que no es térmica, lo cual supone que no necesita calentamiento adicional, no usa químicos, ni involucra contacto, es reutilizable, más segura que la radiación ultravioleta y consume escasa energía (1,25 vatios).
Además de brindar custodia, el procedimiento de descarga de corona puede tener un efecto importante en el medio ambiente, dice USF, que menciona al respecto un informe publicado por la organización de conservación marina OceansAsia, con origen en Hong Kong. Según dicha organización, 1,560 millones de mascarillas contaminaron los mares en 2020 y es factible que tarden bastante más de 450 años en descomponerse por completo.
En vez de que los individuos utilicen centenares de máscaras por año, los estudiosos comentan que la tecnología limitará su consumo a docenas todos los años. Ying Zhong, instructora ayudante en el Departamento de Ingeniería Mecánica de la USF y uno de los dirigentes del plan, comentó que contemplan la probabilidad de «una reducción del 90 %» en la proporción de tapabocas por cliente.
Con informacion: VIVE USA
