Estado

Importante fortalecer lazos de confianza con nuestros hijos: PGJE

  • “Es importante mantenerse alerta ante cualquier tipo de agresión”

La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) consideró importante fortalecer los lazos de confianza con nuestros hijos y seres queridos, además de mantenerse alerta ante cualquier tipo de agresión.

La PGJE pidió a la población de padres de familia mantener comunicación con sus hijos durante el confinamiento ya que en este periodo los niños y jóvenes utilizan con mucha frecuencia las redes sociales o son cuidados por otras personas.

Tiempo en que pueden caer en la amenaza, “si le dices a tus papas no lo van a creer, para evitar que sus hijos sean violentados o amenazados y mantener una estrecha confianza la PGJE aconsejó tener un lazo de mayor confianza y decirles “yo si te creo”.

La PGJE a cargo de José Antonio Aquiahuatl Sánchez informó que la comunicación es un pilar fundamental dentro de cualquier relación, también entre padres e hijos. Para conseguir un entorno de confianza y sinceridad es importante que empieces a trabajar ese aspecto desde que son pequeños y hará que mejore la autoestima de tu hijo a cualquier edad.

Consideró de suma importancia saber escuchar y hablar entre padres e hijos ya que es uno de los pilares fundamentales sobre los que se apoya la familia, así como la confianza para decir lo que uno piensa sin miedo a ser rechazado une mucho más y refuerza el vínculo, por lo tanto, dijo se debe poner en práctica.

“Conversa con tus hijos, haz preguntas, trata de fomentar la reflexión y escúchale atentamente. Trata de evitar emitir opiniones cerradas o impositivas, aunque no estés de acuerdo con lo que dicen. Esto solo bloqueará la comunicación”.

Además, la violencia física, psicológica o sexual contra niñas, niños y adolescentes constituye una de las principales amenazas a su desarrollo integral y, lastimosamente, sigue estando presente en la sociedad, bajo preceptos que la normalizan, avalan y en muchos casos la dejan impune.

La violencia tiene múltiples formas desde los gritos, insultos y amenazas, hasta a las humillaciones, los golpes y el abuso sexual, e incluyendo a la discriminación y la negligencia. En todos los casos, deja severas consecuencias a nivel físico, psicológico y social, y erosiona la capacidad de desarrollar mecanismos de cuidado y aptitudes para toda su vida.