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EXPONEN A DIPUTADOS ESCENARIO DE VULNERABILIDAD DEL CAMPO TLAXCALTECA

  • La pandemia y los conflictos internacionales incidieron en el aumento de precios, y el cambio climático afectó rendimientos en más de 20 municipios; productores se descapitalizaron porque vendieron parcelas y animales, y se endeudaron.
  • De la Peña Bernal advierte el abandono del campo por el envejecimiento del campesinado, la migración, y la falta de interés de las nuevas generaciones por la agricultura.
  • Afirma que “las políticas erradas de antaño” fomentaron el paternalismo y los cacicazgos; también, que el intermediarismo y el coyotaje son un freno para el sector.

Por José Luis Ramírez Romero

Al comparecer ante la Comisión de Fomento Agropecuario y Desarrollo Rural del Congreso del Estado, que preside la diputada Brenda Cecilia Villantes Rodríguez, el secretario de Impulso Agropecuario, Rafael de la Peña Bernal, presentó el escenario de vulnerabilidad que enfrenta actualmente el campo tlaxcalteca.

Al exponer la situación que guarda el sector primario en la entidad, el funcionario estatal manifestó que el agro ha presentado un escenario adverso en los dos últimos años por la pandemia de Covid-19, los conflictos internacionales, y los efectos del cambio climático, que incidieron en el incremento de los precios de semillas, insumos y fertilizantes.

Mencionó que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania generó escases de trigo y otras semillas, así como de fertilizantes químicos, cuyos precios se dispararon en hasta 125%, lo que tuvo efectos en los mercados internacionales.

El titular de la Secretaría de Impulso Agropecuario (SIA) refirió que esto trajo como consecuencia la descapitalización de los productores, principalmente de los más vulnerables, que tuvieron que enfrentar la crisis con la venta de sus parcelas y animales, e incluso, la contratación de deuda.

A todo ello, se sumó la presencia de fenómenos hidrometeorológicos, como sequías y heladas atípicas, así como granizadas, que provocaron bajos rendimientos en los cultivos de más de 20 municipios.

“Disminuyó la producción estatal en productos comerciales como el maíz, el durazno, el trigo y la cebada. En muchos de ellos se alcanzó poco más de la mitad de las cosechas a las que estamos acostumbrados. De estos productos, y de algunos otros, tuvimos que generar la adquisición de semilla, el trabajo del campo, y el pago de peones y jornaleros. Podemos darnos cuenta con esto que los resultados fueron poco alentadores, provocando una descapitalización de los productores, y una mayor demanda de recursos para apoyar este sector”, expuso.

Por otra parte, a pesar de que estimó que los productores tlaxcaltecas son ejemplo “de nuestra estirpe guerrera y de la fortaleza del trabajo que tenemos”, De la Peña Bernal refirió que hay problemas latentes que implican el abandono del campo, entre los que destacó el envejecimiento del campesinado, la falta de interés de las nuevas generaciones por la agricultura; la venta de predios, parcelas y terrenos ejidales; la migración a Estados Unidos, y, en general, la falta de políticas sociales para motivar el cultivo del campo.

Entre las causas de esta situación identificó el intermediarismo y el coyotaje  en la comercialización de los cultivos, y la falta de nichos de mercado para que los productores vendan directamente sus productos.

Asimismo, acusó que “las políticas erradas de antaño, como la Revolución Verde, el Empleo Temporal y el paternalismo, lejos de fomentar la producción agraria, promovieron los liderazgos y caciquismos que crearon cotos de poder personal, desviando los recursos designados al campo para beneficiar a amigos y familiares, y abrieron una brecha social entre quienes recibieron los recursos y quienes los necesitaban”.

El funcionario estatal aseguró que, al iniciar la administración que encabeza la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, dichos liderazgos pretendieron ejercer presión política para conseguir dádivas personales para sus representantes y no para sus representados. Sin embargo, sostuvo que tal actitud no fue tolerada, por lo que se han dejado de fomentar esas malas prácticas.

Durante la exposición de resultados de la política agropecuaria del gobierno estatal, dio cuenta de los logros y alcances un total de 23 programas y subprogramas, así como de diversos proyectos, a cargo de la SIA, y subrayó que se acabó el paternalismo y la corrupción en la dependencia, ya que ahora se apoya al verdadero productor, sin distingos ni intermediarios.

Aseveró que el diagnóstico expuesto ya es considerado en todas las acciones de política de gobierno a cargo de la SIA, las cuales, dijo, están alineadas al Plan Estatal de Desarrollo, “y conforme a los ideales de la 4T, bajo la premisa de: que coman primero los que nos dan de comer”.

Rafael de la Peña ofreció entablar mesa de trabajo con los diputados locales, y aclarar sus dudas sobre cuestionamientos puntuales a más tardar el próximo lunes. Observó que, aunque se abordaron distintos puntos de vista en su comparecencia, incluyendo críticas divergentes y opiniones constructivas, prevaleció el interés de cumplir las necesidades del sector primario mediante un trabajo conjunto que logre el bienestar del campo y de las familias productoras.

En la que fue la segunda comparecencia de funcionarios estatales con motivo de la Glosa del Primer Informe de Gobierno, las legisladoras Reyna Flor Báez Lozano (FxM), Marcela González Castillo (Morena), Leticia Martínez Cerón (PT), Diana Torrejón Rodríguez (PRI), Mónica Sánchez Angulo (PES), Alejandra Ramírez Ortiz (PAC), Brenda Cecilia Villantes (Morena, y los legisladores, Lenin Calva Pérez (Panal), Jaciel González Herrera (PVEM), Vicente Morales Pérez (Morena) y Juan Manuel Cambrón Soria (PRD), plantearon preguntas sobre las acciones ejecutadas por el funcionario, así como el destino de inversiones de programas y subsidios.

Sus preguntas giraron en torno a temas como la difusión de los programas para jóvenes rurales, el aprovechado del aumento presupuestal al campo, los resultados del Programa de Apoyo e Impulso al Sector Agrícola (PAISA), la distribución de fertilizante, la investigación científica para mejorar la producción, la distribución del Programa de Apoyo a la Economía Familiar (PAEF), las acciones en materia de inocuidad, y el apoyo a productores afectados por el cambio climático, entre otros.