Érase una vez…
Dialogo Sordo
Víctor García Lozano
La inseguridad en Tlaxcala se ha tornado en un tema recurrente de la opinión publicada, y sin que podamos precisarlo, pudiera ya estar trascendiendo a la opinión pública; al sentir de algún sector ciudadano.
No se puede negar que en los últimos meses ha habido sucesos violentos o de inseguridad que tienen algún impacto social por la forma o las victimas de quienes se trata, y que quizá estos eran atípicos y por ello exista propensión a la alarma.
No obstante, el asunto de la seguridad pública es un tema delicado para la gobernabilidad misma del estado, para mantener la paz social y hasta para el desempeño económico. Es un tema que debiera tener el compromiso social de todos los sectores.
Hoy la difusión de la información corre muy rápido, que no siempre la rapidez cuenta con veracidad o la precisión de los datos. Hay una línea delgada entre informar o generar zozobra entre la población.
Cuando el Gobierno del Estado repite y reafirma cada que se actualiza el reporte de incidentes delictivos por entidad federativa que emite el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública que Tlaxcala ya por varios meses consecutivos es el estado más seguro del país estadísticamente, solo obtiene por respuesta de un sector de medios informativos algún suceso violento reciente a manera de objeción.
Uno es un dato estadístico, que no niega que existan eventos violentos y de inseguridad; un suceso particular que se esgrima entra en la misma estadística. Sin embargo, las posturas al final quedan encontradas sin avanzar en un punto medio, en una discusión pública que abone a la sociedad tlaxcalteca.
Así como un avance en la discusión seria reconocer que efectivamente ha habido delitos recientes que tienen mayor impacto, un avance sería que públicamente se visibilizara más algunas acciones gubernamentales en la materia. Y esto a fin que todos abonemos constructiva y responsablemente con lo que nos toca sobre un asunto tan delicado para el desarrollo de nuestro estado.
En este mismo mes de octubre hay avances sobre males que llevaban diagnosticándose años y los gobiernos estatales no atendían: La capacitación y control de confianza de los elementos de seguridad, principalmente en municipios.
El Consejo Estatal de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala, encabezado por la gobernadora Lorena Cuellar, ordenó cesar del cargo de manera inmediata a ocho directores de Seguridad Pública Municipal, que no cumplieron con el perfil idóneo para ejercer sus funciones y reprobaron sus exámenes ante el Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza (C3) y fijaron el próximo 31 de diciembre como la última fecha para que las y los alcaldes envíen a sus comisarios al C3 para ser evaluados y puedan realizar funciones dentro del marco de la legalidad.
Siempre se ha tenido claro que los primeros respondientes ante situaciones delictivas son las autoridades municipales, que por tanto es donde mas empeño se debe poner en supersonal, acreditación del mismo, salarios, equipamiento, etc. También se sabia que ese nivel de gobierno era el mas esquivo ante las responsabilidades, puesto que típicamente “echaba la bolita” a los gobiernos estatal y federal.
Hoy esta medida exhibe, evidencia la responsabilidad de cada nivel de gobierno y fija plazos para cumplir una norma que impacta directamente en el servicio de seguridad que recibe la ciudadanía en sus municipios, pues tendrá policías aptos previamente avalados.
Hay muchos puntos por abordar en la materia, y acciones que por fin atienden males crónicos ya sobre-diagnosticados; lo importante ahora es mediar las posturas; buscar puntualizar sobre lo que realmente nos abona, como sociedad, a tener un Tlaxcala más seguro y en paz