OpiniónPORTADA

El PRI: De protagonista a compinche


De Viva Voz…
Víctor García Lozano


Tras una muy anunciada llegada a la dirigencia estatal, Enrique Padilla finalmente llegó al PRI. Un
personaje del que siempre “resalta” como mayor mérito su cercanía con la exgobernadora Beatriz
Paredes Rangel.
Definitivamente ese cambio de dirigencia no apunta a que se pretenda convocar a liderazgos
nuevos, frescos, para renovar un partido que de tan añejo empieza a oler mal. Después de esta
oportunidad, quien sabe cuántas más allá; Ya nunca se renovó el PRI.
Sobre Padilla Sánchez pesan los hechos de haber traicionado a su partido ya en algunos procesos a
gubernaturas.
El expartidazo tiene una enfermedad crónica avanzada, producto de dos vicios viejos principales,
entre otros: nunca dejó crecer a su pocos cuadros jóvenes ni impulso nuevos; el otro, nunca supo
cambiar su tan mal vista imagen, hasta que el surgimiento de una opción atractiva para el
electorado (morena), le hizo sentir el descredito generalizado.
Enrique Padilla resulta un personaje más cercano al priismo anquilosado, que vive de las viejas
glorias, que alguien que se pueda prever va buscar un real acercamiento con la sociedad con bríos
renovados, y refrescar de cuadros a su partido. Es decir, no se ve como se contenga la enfermedad
crónica del PRI.
Se puede anticipar más que, en su visto pragmatismo, buscará servirse de lo que queda del
priismo para amarrar desde ahí un próximo encargo, como una pluri, fallida en este reciente
proceso pasado. Situación que abonaría al descredito de lo que queda de militancia y agravaría
más la desbandada.
El PRI cuenta con tres municipios, una reducción de más de la mitad de los que contaba en el
periodo 2021-2024. Contó con una pluri que perdió tras la salida de Blanca Águila, y que ahora
recupera cachando la salida de Sandra Aguilar de MC. Y una senaduría de primera minoría.
Con ese arsenal y la salida de cuadros sin reposición, no se pueden esperar más que resultados
modestos para el siguiente proceso electoral. Aun teniendo a una posible candidata a gobernador
que ya tenga antecedentes de votaciones estatales, como sería Anabell Avalos.
En el ambiente político se sospecha de una afinidad de este “nuevo” PRI con morena. Resulta
descabellado pensar que morena desde la posición ventajosa que tiene, se desacreditara con una
alianza formal, con el que fuera el partido favorito de críticas de su fundador, Andrés Manuel
López Obrador.
No es descartable más bien, que el PRI sirviera a morena desde afuera. Es decir, de inicio
reventando una coalición opositora, y segundo, enfocándose más en contra de eventuales
candidatos opositores a morena.

El exprotagonista jugando ahora a ser compinche, un escenario solamente ¿Qué óptica tendrá su
senadora? ¿Mantendrá su aspiración?

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