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Despachadoras automáticas de agua, ¿Quién las regula?

  • En Tlaxcala se han instalado expendedores de agua purificada donde los consumidores pueden llenar sus botellas o garrafones a bajo costo, sin sellos de garantía ni la seguridad de que se trata de agua 100% segura; no hay indicios de que estén controlados por la COEPRIST

En Tlaxcala, empresas de particulares que hasta hace poco se dedicaban únicamente a la venta de agua purificada envasada, han incursionado en una nueva modalidad.

Se trata de la venta de agua a granel, y para lograrlo han colocado, en varios municipios, despachadores automáticos donde los consumidores pueden llenar a bajo costo desde una botella de un litro hasta un garrafón de 20 litros a la vez, pero sin la seguridad de que el agua sea 100 por ciento (%) confiable.

Y es que, en esos expendios, lo único que el consumidor puede ver es una ventanilla donde colocará su botella o garrafón, los botones para indicar la cantidad de agua requerida, la ranura para introducir las monedas y un pequeño tubo con una boquilla por donde saldrá el agua.

Es decir, los consumidores no pueden ver de donde proviene el agua, tampoco hay condiciones que garanticen que la boquilla del tubo por donde saldrá el agua está limpia, tampoco hay una certificación visible por parte de la Secretaría de Salud o de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado (Coeprist), que indique que el líquido es seguro para consumo humano.

Si no fuera por el nombre de la empresa y un supuesto teléfono de contacto, parecería que se trata más bien de un negocio clandestino o que es agua corriente la que se puede despachar.

De acuerdo con algunos sitios de internet, estos puntos de venta funcionan de la siguiente manera: cada vez que un cliente quiere comprar agua, traen su propio garrafón o galón para llenarlo de agua purificada. La máquina despachadora en el frente cuenta con una abertura para depositar monedas, posteriormente coloca el garrafón en la cabina de llenado, una vez que hayan depositado las monedas por la cantidad de agua que desean adquirir, presionan un botón y la máquina procede a llenar su recipiente. También pueden enjuagar su garrafón de agua sin costo adicional.

La modalidad parece dar la solución principalmente a la adquisición de agua purificada a buen precio, sobre todo cuando otro punto de venta se encuentre a mayor distancia, o bien para las personas que van por la calle y que necesitan agua y solo cuentan con una botella vacía y poco dinero.

Pero lo que hace suponer que no es del todo confiable es que no se puede ver de dónde viene el agua; lo ideal sería que se tenga a la vista el equipo de purificación o que, por lo menos, las autoridades sanitarias obliguen a los propietarios a colocar los registros de sanidad o permisos de funcionamiento en orden.