Delincuencia no guarda cuarentena en Zacatelco
Todos los días se presentan actos delictivos, desde robos a comercios hasta asaltos a transeúntes
En Zacatelco la delincuencia no respeta a la ciudadanía y mucho menos ha mantenido la sana distancia en esta temporada de cuarentena por el Covid-19, mientras las personas se quedan en casa los maleantes aprovechan con quienes salen de casa, por alguna necesidad, a las calles.
El alcalde Tomas Orea Albarrán ha sido incapaz de frenar la ola de actos delictivos y garantizar seguridad a la población del municipio y su patrimonio. Todos los días, a decir de la población, en Zacatelco y sus diferentes secciones se presentan actos delictivos, algunos menores y otros de mayor impacto, pero no dejan de ser de la preocupación de los habitantes.
Desde robos a comercios, robos de llantas, de vehículos completos, asaltos en las calles y robo en casa habitación, algunas veces con lujo de violencia, las cifras de delincuencia e inseguridad en el corazón del sur no bajan en los últimos años.
De vez en cuando, las autoridades locales dan buenos resultados, otras veces sólo montan operativos por horas y no encuentran nada; otras más ni siquiera atienden el llamado de las posibles víctimas o llegan media hora después, ya que todo ha pasado.
Entrevistados en el primer cuadro de la cabecera municipal, provenientes de Guardia, Xochicalco, la colonia Domingo Arenas y hasta la primera sección, habitantes que viven en Zacatelco coincidieron que de día o de noche caminar por algunos lugares ya se ha vuelto peligroso y el gobierno municipal perredista no hace nada.
“Hace unos días, dijo uno de los entrevistados, cerca de donde vivo encontraron en la noche a un sujeto que resultó ser un lenón, un padrote, vivía ahí desde hace tiempo y luego trajo a una joven que parecía su hija, ella llevaba a un niño, nunca pensamos que la prostituía”, dijo.
En esa zona hay saltos, por las noches se escuchan balazos, hemos sabido que se van a esconder los ladrones por ahí, realmente no sabemos si nuestro vecino es el delincuente”, expuso.
El narcomenudeo se ha vuelto constante, el parque municipal y el callejón Bocardo son puntos donde se realiza esta actividad, a ojos de los policías esto no existe, pero a oídos de los comerciantes y quienes habitan cerca, esto ya es común.
Zacatelco, como hace años, sigue siendo una bomba de tiempo, también la falta de capacidad de las autoridades para atender las consecuencias, entre ellas, la inseguridad y la delincuencia.