OpiniónPORTADA

¿CUÁL ES EL TRASFONDO DE LA COMPARECENCIA DEL SECRETARIO DE GOBIERNO?

  • Vale la pena preguntar qué pasa con el proyecto de la 4T en el Congreso del Estado

Por: José Luis Ramírez Romero

El pasado martes, el Pleno aprobó por mayoría de votos la comparecencia del Secretario de Gobierno para que rinda un “informe con toda veracidad sobre la Política Interior del Estado inherente a sus funciones, y contestar las inquietudes de las y los diputados integrantes de la LXIV Legislatura”.

El motivo resulta un verdadero eufemismo para maquillar lo que, deliberadamente, desde la Junta de Coordinación y Concertación Política, que encabeza el morenista Rubén Terán, se dejó pasar para debilitar a una de las figuras de mayor soporte del gobierno que encabeza Lorena Cuéllar.

El motivo original del llamado a cuentas, planteado por Miguel Ángel Covarrubias, coordinador del PT, era que el responsable de la política interna del estado explicara la designación de los titulares de las dependencias de la administración pública estatal, en especial, la de quien encabezó la “Comisión Estatal de Seguridad (sic)”, así como las estrategias, medidas y acciones que se llevaron a cabo para “conocer los antecedentes legales de los funcionarios estatales en funciones”.

Considerando lo anterior, sería ingenuo creer que el llamado a cuentas del segundo de a bordo del Poder Ejecutivo no tiene un trasfondo político, de cara al proceso electoral de 2024. Se trata de un cobro de facturas, que convenientemente involucra intereses marcados por la candidatura de Morena al Senado de la República.

Miguel Ángel Covarrubias no olvida los señalamientos de corrupción y opacidad que Sergio González le hizo a su gestión como alcalde de Texoloc, de donde también es originario. Y en virtud de su experiencia política y administrativa, la posición de González como titular de la Segob lo hace uno los cuadros naturales a integrar la lista -ciertamente prematura- de candidateables a la Cámara Alta del Congreso de la Unión, en la que también, de modo natural, figuraría Rubén Terán.

Esta conjunción de intereses, en los que también se involucran los de los coordinadores del PRD y el PRI, Juan Manuel Cambrón y Blanca Águila, que buscarían la permanencia del Fondo Moche en el presupuesto del siguiente año, anticipa un escenario complejo al titular de Segob, pues ambos han dejado ver que serán inflexibles en sus cuestionamientos en temas de seguridad pública y atención a conflictos focalizados en la entidad. Además, Covarrubias no dejará pasar la oportunidad para señalar a su coterráneo, quien, de recibir la autorización para acudir al Congreso, tendrá sobre sí el foco social por tratarse de un ejercicio inédito, de modo que el resultado podría condicionar el rumbo de sus posibles aspiraciones.

Sin embargo, claramente, la razón de llamar a comparecer al titular de la Segob realmente carece de fuerza, si consideramos que la gobernadora encabezó un día antes la Mesa de Seguridad en la que, con acciones y estadísticas, demostró que Tlaxcala es uno de los estados más seguros del país, y que la reactivación económica asociada con la atención de la emergencia sanitaria explica movimientos en la incidencia delictiva que están dentro de los márgenes históricos.

En pocas palabras, no hay crisis de seguridad, ni mucho menos de gobernabilidad, en Tlaxcala. Lo que hay es un intento de manipular la realidad para ejercer presión contra un gobierno que, en los hechos, está cumpliendo compromisos, como lo reconocen las autoridades federales, y como lo percibe la ciudadanía, pues no hay que perder de vista que, de acuerdo con varias encuestas, Lorena Cuéllar es una de las gobernantes mejor aprobadas del país.

Llama la atención que la única voz que se dejó escuchar en tribuna para exhibir el protagonismo y la búsqueda de reflectores mediáticos fuera la de Vicente Morales, quien no dudó en respaldar la gestión de Lorena Cuéllar y al proyecto de la 4T, lo que le generó la embestida de algunos de sus homólogos, y hasta el rumor de que sería removido del Comité de Administración.

Y llama la atención, porque son ocho integrantes de la bancada de Morena, y salvo Morales, nadie más se atrevió a decir siquiera que tres meses es poco tiempo para evaluar un gobierno. Incluso su coordinador prefirió mostrarse como demócrata ante el pleno que ser institucional y defender los resultados del primer gobierno de la 4T en la entidad.

Ya se verá como se desarrolla la trama de este asunto. Lo que sí se nota es hacia donde se dirigen las lealtades en el Congreso local.

¿Qué pasa con el proyecto de la 4T en el Congreso del Estado? Los diputados del PT, PVEM, Panal y PEST, marcaron distancia con el grupo parlamentario de Morena y el trabajo que emprende la gobernadora.

¿Será que esto es un anticipo de lo que se viene en la discusión del Fondo Moche?