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Con una patrulla, quiere Jorge Corichi cuidar a 15 mil personas

  • Aunque el alcalde capitalino renta 22 patrullas para reforzar la seguridad municipal deja solas a las comunidades; hay localidades como Acuitlapilco y Ocotlán que están a su suerte

Con una sola patrulla, el presidente municipal de Tlaxcala, Jorge Corichi Fragoso pretende mantener la seguridad en las comunidades más grandes de la capital; tal es el caso de Acuitlapilco, Ocotlán e Ixtulco, localidades que, además de un índice poblacional elevado, también registran altos niveles de inseguridad.

Acostumbrado a mentir, robar y traicionar, Jorge Corichi se ha alzado el cuello desde octubre, cuando entregó una patrulla para la vigilancia comunitaria; cuando es sabido que, de acuerdo con la ley, debe existir por lo menos un policía por cada mil habitantes, y no un policía por cada pueblo de más de 14 mil habitantes.

Vecinos de Acuitlapilco denunciaron que en octubre el alcalde Corichi entregó una patrulla balizada con la matrícula P-101 para cuidar a toda la comunidad, sin embargo, esto no ha hecho ninguna diferencia, ya que en el pueblo habiten más de 14 mil 600 personas y los policías (dos) no atienden ni hacen recorridos.

“El otro día llamamos al 911 porque hubo un asalto, la patrulla del municipio, que es la que nos dijeron que era la más cercana, tardó en llegar 20 minutos, cuando los oficiales llegaron nos dijeron que estaban atendiendo otro llamado hasta el extremo opuesto del pueblo, a casi dos kilómetros de distancia”, dijeron.

Y es que tan solo Acuitlapilco está constituido por cuatro barrios y cinco colonias, algunas de ellas a gran distancia, como el barrio de Cazatotla o la colonia Antorcha, lo que da buen tiempo a los delincuentes para cometer sus fechorías sin que nadie se los impida, mucho menos la autoridad.

En Ocotlán pasa algo similar, pues con una sola patrulla vigilando las calles, apenas se puede con el primer cuadro, que es donde más personas se concentran por la cantidad de visitantes a la Basílica, pero se deja olvidada la periferia, como el barrio de Miraflores, Tlacomulco o El Mirador, sitios más inseguros de la comuna.

Lo cierto es que aún con sus 22 nuevas patrullas, que por cierto no se tiene transparencia sobre los recursos para su arrendamiento, el alcalde de Tlaxcala no ha sabido atender las necesidades ciudadanas, mucho menos las de inseguridad, porque a su flotilla se sumaron en septiembre estos 22 vehículos, pero ni siquiera ha podido decir cuántas patrullas municipales hay en realidad y qué es lo que hacen, porque a varios oficiales se les ha visto por las mañanas cómodamente desayunando sobre la carretera Tlaxcala-Puebla, pero por las noches, cuando más se les necesita, todos desaparecen.