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Con cinco despensas pagan animales perdidos durante tromba en Huactzinco

Una familia perdió casi 50 borregos cuando el agua de la barranca desbordada inundó su casa; el ayuntamiento apoyó, pero sólo con unos cuantos víveres

Con cinco despensas, unos trastes de cocina y cobijas, el ayuntamiento de San Juan Huactzinco repuso las pérdidas que una familia de la demarcación tuvo durante la tromba que se registró hace unas semanas en la región.

La familia perdió cerca de 50 borregos, ahogados entre el agua que inundó su hogar; al solicitar apoyo al gobierno municipal sólo recibió unos pocos víveres, mismos que el ayuntamiento presumió en sus redes sociales.

El pasado 20 de Julio, una familia de la calle 16 de septiembre sufrió graves daños en su vivienda, el agua de la barranca que se desbordó inundó su casa, el nivel alcanzó más de metro y medio de altura, casi en todo el inmueble, los animales que estaban en corrales se ahogaron sin que nadie pudiera ayudarlos.

El horno de pan que utilizan para elaborar este producto y venderlo en las plazas cercanas también se echó a perder, los borregos y el pan de fiesta eran su único sustento y todo se perdió a causa de la lluvia.

En ese momento, decenas de vecinos se organizaron para apoyar, unos sacaban agua con cubetas y otros hacían la labor de poner a salvo a los habitantes junto con algunas pertenencias antes de que se echaran a perder; al día siguiente las labores siguieron hasta que pudieron poner todo en orden.

Miembros del ayuntamiento que encabeza Alfredo Valencia Muñoz se presentaron un día después, ellos valoraron los daños con la promesa de apoyar a la familia que encuentra en el comercio el sustento diario.

Días después, publicaron fotografías diciendo que habían apoyado a los damnificados de la tromba del pasado 20 de Julio, sin embargo, se limitaron a mostrar imágenes donde personal encargado de apoyar a las familias solamente habían entregado cinco bolsas con productos básicos, trastos y cobijas.

La respuesta fue negativa, la ciudadanía reprobó el hecho de que las autoridades sólo hayan compensado con unas cuantas cosas todo lo que se perdió, la suma por el ganado muerto sobrepasaba los cincuenta mil pesos, más la pérdida del horno de pan que tuvieron que volver a construir.

Casi 2 semanas la familia no tuvo recursos, pues mientras su horno quedaba listo tampoco pudieron elaborar el pan de fiesta que venden y que en esta temporada de pandemia se dificulta comercializar aún más.

Al final, la familia tuvo que conformarse con lo que la administración municipal le regaló y seguir luchando para que hoy día pueda resarcir el daño y aminorar los efectos de la crisis económica que desde hace algunos meses azota la entidad, sobre todo a aquellas personas que dependen de las ventas de algún producto y que, derivado de la pandemia, no pueden salir a trabajar de manera normal.