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Bajo incertidumbre 

Cómo afecta a Tlaxcala la actividad del Popocatépetl durante las recientes explosiones y en caso de una erupción


Bajo una constante incertidumbre, es como han vivido los últimos días los habitantes de la región sur y centro de Tlaxcala, luego de que el Popocatépetl nuevamente incrementara su actividad y de que las explosiones acompañadas de caída de ceniza alertaran tanto a las autoridades como a la población.

A pesar de que los expertos aseguran que en casos extremos, digamos, de una erupción, el territorio tlaxcalteca no sufriría los efectos de la lava o las piedras volcánicas que salgan lanzadas, no está exento de que los gases tóxicos y la nube de residuos lleguen incluso hasta la zona norte u oriente, ahora bien, los que sí sufrirían las consecuencias casi como los poblanos serían los municipios más cercanos, como Ixtacuixtla, Tepetitla, Nativitas, Zacatelco, y todos los que se encuentran cerca.

Aunque la mayoría de los eventos se han dado durante la noche y la madrugada, ha sido impresionante ver cómo, igual que hace casi tres décadas, la caída de ceniza y el ambiente nublado la mayor parte del día otra vez vuelven a ser el escenario.

Las nuevas generaciones quizás no lo recuerden, pero así se vivieron los primeros años luego de que el Popocatépetl incrementó su actividad en diciembre de 1994.

Ahora, con ayuda de la inteligencia artificial (AI), se han podido lograr imágenes de lo que sería y cómo se vería una erupción, y aunque esto es meramente informativo, algunos lo han tomado como una posibilidad y se muestran preocupados, sobre todo porque eso significa dejar todo, incluyendo posesiones materiales, para ponerse a salvo.

Ayer las autoridades poblanas ya decretaron el cambio de fase en el semáforo de prevención, de amarillo fase 2 a amarillo fase 3, lo que en realidad significa estar atentos y al pendiente de cualquier eventualidad que pudiera poner en riesgo la integridad.

En Tlaxcala también se tomaron medidas, las primeras fueron verificar las condiciones de las rutas de evacuación, es decir, constataron que los caminos sirvan para en caso de que se requiera alejarse de la zona de peligro.

Ya se suspendieron las clases en al menos seis municipios del sur y de manera extraoficial las precauciones se extendieron a más territorios, esto con la finalidad de que los niños y jóvenes protejan sus vías respiratorias, sus oídos y ojos del polvo volcánico, el uso de cubrebocas debe ser obligatorio, aunque no es suficiente.

No salir si no es necesario, no dejar la ropa a la intemperie, tapar bien los depósitos de agua, no mojar la ceniza ni tirarla a las alcantarillas porque se solidifica, protegerse los ojos, la nariz, la boca y los oídos, estar atentos a las indicaciones son algunas recomendaciones, pero, sobre todo, la más importante es no alarmarse más de la cuenta.

Sí, lo peor puede suceder, eso está latente desde que el volcán nuevamente se activó, y esta vez podría ser igual que las veces pasadas, pero, igual que las veces pasadas, nadie sabe lo que sucederá, así que lo mejor es estar atentos, no alarmarse, acatar las medidas de prevención y ser conscientes de que el volcán es una constante amenaza que no se puede evitar.