Municipios

Asaltantes, narcomenudistas y padrotes, lo que no deja de haber en Zacatelco

Por años la inseguridad ha prevalecido en el sur, los habitantes ven cada vez más grave

Asaltantes, narcomenudistas y tratantes de blancas, son algunos de los delincuentes que desde hace varios años llegaron a Zacatelco y que no se han ido, las personas que habiten en las secciones de aquella demarcación han tenido que enfrentar sus temores y aprender a vivir así.

Por años, la inseguridad en el llamado “corazón del sur” ha prevalecido y aunque la promesa de las autoridades municipales ha sido en reiteradas ocasiones la de disminuir las estadísticas rojas, hasta ahora no lo han logrado.

Mientras los pobladores cada vez ven más grave la situación, también notan que Zacatelco se está convirtiendo en un pueblo en donde hasta los guardianes del orden y la seguridad son parte de la corrupción y, lejos de velar a favor de la ciudadanía, terminan siendo parte del problema.

En los últimos días tres sucesos volvieron a llamar la atención del pueblo, dos ocurridos la misma noche y una más al día siguiente.

El primero tuvo que ver con la persecución de sujetos a bordo de un automóvil; durante el intento por detener a quienes supuestamente eran delincuentes dos policías municipales resultaron atropellados, la persecución finalizó en el municipio de San Juan Huactzinco, ahí lograron detener a dos sujetos.

Luego el llamado de auxilio de una mujer logró que se montara un operativo en donde fueron rescatadas dos personas a quienes un sujeto tenía amenazadas, se trató de una mujer que era obligada a prostituirse y su hijo, que era utilizado para que la madre accediera a los chantajes.

Horas después se dio a conocer que elementos de seguridad pública lograron detener a un presunto narcomenudista, lo que terminó por llamar la atención de los ciudadanos preguntándose desde cuándo estas personas están entre los zacatelquenses.

Como ellos, mencionaron, hay muchos que a diario se pasean por las calles o salen para cometer delitos en otros lugares, sin que nadie, ni las personas ni las autoridades puedan notarlo, haciendo que piensen que Zacatelco es un lugar en donde se ocultan maleantes.

“Lo malo es que nadie sabe dónde están, aunque también y por lo que se ha escuchado, desde el ayuntamiento se protegen, los policías saben a quién detener y a quien dejar libre, pero eso no lo podemos asegurar, es lo que la gente dice”, señaló un vecino de la primera sección.