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Zacatelco convertido en tiradero de basura

  • En un año el servicio de recolección no se ha regularizado, el ayuntamiento tiene problemas económicos y le han embargado

El municipio de Zacatelco se ha convertido en un tiradero de basura, y no solo por la falta de servicio de recolección de desechos derivada de la falta de atención de las autoridades, sino también por la poca capacidad que su presidente municipal ha demostrado a la hora de resolver las necesidades básicas de la ciudadanía y las prioridades de la administración municipal.

Y es que, a un año de gobierno, el alcalde no ha logrado establecer las bases para que el municipio continúe progresando, a pesar de los esfuerzos que ha hecho, y tampoco ha logrado definir con claridad la manera en que trabajará los dos años que le restan.

Lo anterior se nota en algo que pudiera no tener importancia o que se pensaría que no le afecta, como la recolección de basura, pero es ahí donde se deja ver que las autoridades no están realizando sus funciones debidamente y que están dejando huecos en la atención de algo tan fundamental como el recorrido de los camiones recolectores.

Con justa razón pudiera ser, pues el presidente municipal ha enfrentado graves daños económicos, como el embargo a las cuentas bancarias del ayuntamiento o incluso de bienes como trascendió la semana pasada, cuando se justificaron por tener cerrada la presidencia municipal con el argumento de que “fumigaron”, pero a nadie le consta tal hecho.

Lo que sí trascendió fue que una vez más se trataba de una orden de embargo por la demanda de un laudo laboral que legalmente se perdió y que tenían que pagar sin más prórroga.

Literalmente, el ayuntamiento del llamado “corazón del sur” es un tiradero que cada vez crece más y aunque Hildeberto Pérez conserva la simpatía y el apoyo ciudadano, poco a poco sus simpatizantes van callando las palabras de apoyo y se convierte en un silencio que podría dejar opaco a su gobierno.

La recolección de basura, algo esencial, es lo que ha dejado al descubierto que el fantasma de la mala administración de recursos y la mala planeación siguen rondando y no han dejado que exista un punto y aparte entre el pasado y el presente, terminando por afectar al pueblo que exige ya el cambio que Pérez Álvarez aseguró.