Estado

Ya Cumplió 103 años línea ferroviaria de Muñoz, Tlaxcala a Chignahuapan, Puebla

Ayer 12 de agosto, pero de 1912, se autorizó la línea del Ferrocarril que inició sus servicios en el año de 1917

El Coordinador de la Red de Museos del Instituto Tlaxcalteca de Cultura (ITC), Armando Díaz de la Mora, informó que ayer cumplió 103 años la línea ferroviaria (FFCC) que conecta del municipio de Muñoz de Domingo Atenas, en el Estado de Tlaxcala, a la comuna de Chignahuapan del vecino Estado de Puebla, ya que un 12 de agosto, pero de 1912, se puso en marcha esta vía para el traslado de personas y mercancías.

En un mensaje difundido en Twitter, el Coordinador dijo que el municipio de Apizaco fue uno de los primeros territorios que entró en la dinámica del cambio de infraestructura en vías de comunicaciones terrestres (férreo).

Indicó que, en 1867, se inauguró la vía México-Apizaco a través de Apan del estado de Hidalgo; en 1869 se amplió el ramal al municipio de Tlaxcala y Puebla y, finalmente, en 1873 quedó terminado el trayecto México-Veracruz vía Orizaba, y se le dominó Ferrocarril Mexicano.

Señaló que el telégrafo llegó a la entidad en 1869, el cual se fue vinculando con las estaciones del tren en ciudades con mayor relevancia económica, para 1921 existía una red de telégrafo en los municipios ferrocarrileros de actividad pulquera, textilera y triguera como Apizaco, Santa Ana Chiautempan, Tlaxcala y Tlaxco.

Manifestó que las comunicaciones modernas de la época renovaron e instalaron la infraestructura del estado, y cambiaron el valor regional de las localidades que atravesaba a Tlaxcala de noreste, centro, sureste y suroeste, siguiendo el cauce del Alto Balsas-Zahuapan, logrando convertir a Tlaxcala en uno de los principales estados mejor comunicados del país.

Díaz de la Mora señaló que, con el paso del tren y la llegada del telégrafo a finales del siglo XIX, la región de la cuenca del Zahuapan elevó la renta de las tierras, sobre todo aquéllas que quedaban mejor comunicadas. De igual manera, aceleró la movilidad de los pobladores a la zona centro norte, centro sur de México, Veracruz, Puebla e Hidalgo.

Además, la apertura de las vías férreas en Tlaxcala (en el siglo XIX), no sólo comunicó al estado con las ciudades próximas, sino que amplió los recorridos al interior de la entidad y la importación de otros productos. El centro de la entidad tlaxcalteca (actualmente el municipio de Tlaxcala) permaneció conectado con Santa Ana Chiautempan y Apizaco; mientras Apizaco ampliaba el contacto hasta Huamantla, Soltepec, Apan en el estado de Hidalgo» y Calpulalpan.

De esta forma, se tejió la primera red regional-comercial por iniciativa federal. A través de la infraestructura se logró comercializar los productos del pulque y los materiales textiles entre las fincas rurales y las ciudades cercanas, pues desde mediados del siglo XIX, el pulque y la industria textil, seguida de la producción del trigo y la cebada, eran las principales fuentes de trabajo e ingreso estatal.

El Coordinador de la Red de Museos del ITC, destacó que hacia finales del Porfiriato había 40 líneas locales, con una extensión total de 267 kilómetros; de ellas, sólo dos se encontraban abiertas al público, el resto era para uso privado. Por medio de esta línea se comunicaban alrededor de 25 haciendas, diez de las cuales se conectaban de manera directa con la estación norteña del Soltepec del Ferrocarril Mexicano.