OpiniónPORTADA

Un celular no te hace periodista

  • Durante el conversatorio “El Derecho y la Defensa a la Libertad de Prensa”, representantes del gremio periodístico llamaron a los nuevos talentos a profesionalizarse, para saber cómo actuar y, a su vez, para que las instituciones puedan protegerlos

Con el auge que han tenido las redes sociales desde hace algunos años, tener acceso a la información y enterarse de las cosas que suceden al momento se ha facilitado, y a su vez esto ha dado pauta a la aparición de nuevos medios de comunicación que, si ser profesionales, satisfacen de alguna manera la necesidad de estar conectado con el mundo que rodea a la sociedad.

Sin embargo, en el intento muchos han tenido que recurrir, para subsistir, a engaños, trampas y hasta fraudes, que terminan por meterlos en problemas con autoridades, instituciones y hasta con la propia sociedad, dándose cuenta de que un celular no te hace periodista.

Durante el conversatorio “El Derecho y la Defensa a la Libertad de Prensa” organizado por la oficina local para la protección de personas defensoras de los derechos humanos y periodistas de Tlaxcala, representantes del gremio periodístico en Tlaxcala solicitaron a los nuevos talentos profesionalizarse, a través de cursos, capacitaciones y talleres para poder ejercer el trabajo a sabiendas de que su actuación es correcta.

Y es que, luego de que el periodismo es una de las profesiones más riesgosas en México y aunque en Tlaxcala el ambiente es muy diferente, hasta ahora, algunos representantes y miembros de nuevos medios de comunicación no saben cómo dirigirse, cómo actuar y mucho menos cómo enfrentar una situación de riesgo y terminan por involucrarse en problemas que no les competen.

Sumado a que la sociedad se ha vuelto más vulnerable y en muchas ocasiones interrumpen la labor de los medios de comunicación también se ha distorsionado la labor de los comunicadores.

A modo personal hace unos días alguien me comentó mientras estábamos en un conflicto, un cierre carretero más bien, cuando vio que entrevistaba a algunos de los involucrados, el por qué yo no estaba transmitiendo en vivo por el “feis”, y sin contestar a su pregunta le generé un nuevo cuestionamiento. Le pregunté cómo era su percepción de los medios de comunicación, y entonces me respondió algo tal vez nada sorprendente para muchos, pero para mí su respuesta sí me dejó un antes y un después, y es que me dijo: “pues solo se dedican a eso, a poner su “en vivo” y a esperar que les caigan likes y comentarios”.

Y es cierto, es que los nuevos “medios”, si así se les puede llamar, no son más que jóvenes sacados algunas veces de los programas de “construyendo el futuro” y que los mandan a “cubrir la nota”, sin tener antes un contexto de lo que se trata el problema, sin saber preguntar y mucho menos sin saber a lo que se enfrentan, porque usted y yo sabemos que los conflictos en los municipios, en las comunidades, pueden terminar mal de un momento a otro.

Entonces, cuando son empujados, confrontados o hasta echados del lugar, buscan de inmediato protección, pero esa protección no se las dará alguien que no siquiera sabe quiénes son, mucho menos si de verdad representan a un medio de comunicación serio y formal o si son, como ocurre, ciudadanos ejerciendo su derecho a la libertad de expresión, pero de manera impulsiva.

Es entonces cuando, desde las autoridades y las instituciones dedicadas a proteger a los defensores de los derechos humanos y periodistas no queda más que hacer el llamado a capacitarse, a conocer cómo se debe actuar, los protocolos que se deben seguir, porque sí, los reporteros tenemos protocolos, y luego así, ejercer el derecho a la libertad de comunicar y expresarse.