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Tlaxcala enfrenta el desafío de generar incentivos para ofrecer empleo de calidad a las mujeres

  • Ocupa la posición 31 dentro del ranking del estudio “Estados: Con Lupa de Género 2022”, publicado por el IMCO.

Por José Luis Ramírez Romero

Tlaxcala es el segundo estado del país con más áreas de oportunidad para brindar más y mejores condiciones laborales para las mujeres, lo que implica la necesidad de atender de modo integral el desafío de generar incentivos para ofrecer empleos de calidad que les permitan continuar en la economía remunerada.

De acuerdo con el estudio “Estados: Con Lupa de Género 2022”, publicado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en México se desaprovecha el talento de las mujeres, ya que las entidades federativas están reprobadas en otorgarles condiciones laborales óptimas.

La medición, que estudia las condiciones que enfrentan las mujeres en las distintas etapas de su trayectoria profesional a través de indicadores comprendidos en tres pilares: entrada, permanencia y crecimiento de las mujeres en el mercado laboral, revela que cada estado del país vive una realidad distinta, y que estas disparidades no solamente frenan el potencial económico de México, sino que limitan la autonomía económica de las mujeres. 

En este sentido, las entidades federativas con el mejor desempeño, es decir, aquellas en las que se ofrecen mejores condiciones para la entrada, permanencia y crecimiento de las mujeres en la economía son la Ciudad de México, Baja California Sur y Baja California, con un puntaje de 64.8, 62.1 y 57.2, respectivamente.

Estas entidades tienden a una mayor corresponsabilidad dentro del hogar, preparan mejor al talento femenino y tienen menos mujeres ocupadas en la informalidad.

En el extremo contrario se ubican Veracruz (28.3), Tlaxcala (27.8) y Chiapas (26.8), las cuales registran el puntaje general más bajo, por lo que ocupan las últimas tres posiciones en el ranking nacional, lo que evidencia que dentro del mercado laboral no solo existen desigualdades entre mujeres y hombres, sino también entre las mujeres que viven en distintas entidades, ya que las brechas de desigualdad se agudizan según su lugar de residencia.

“Al interior del país, las mujeres viven realidades muy distintas que dependen de su contexto. Al comparar las entidades con peor desempeño con aquellas que obtuvieron el mejor puntaje en la medición, las peores tienen una brecha de desigualdad en trabajo no remunerado 8.3 puntos porcentuales mayor, hay 1.4 veces menos mujeres con al menos educación media superior, y hay 1.6 veces más mujeres ocupadas en la informalidad”, expone el estudio.

Según el IMCO, los gobiernos estatales son catalizadores de cambio para que más mujeres entren, permanezcan y crezcan en el mercado laboral. Sin embargo, en promedio, las entidades obtuvieron 43 de 100 puntos en la evaluación de 18 indicadores que miden las condiciones laborales para las mujeres.

Por ello, estima que el mayor desafío de las entidades está en generar incentivos para mejorar las condiciones laborales para las mujeres: mayores ingresos, una mayor participación de mujeres en puestos de liderazgo y políticas de flexibilidad que sean compatibles con las múltiples responsabilidades que ellas asumen.

Ante este escenario, el IMCO propone que, a nivel nacional, se avance hacia la aprobación y asignación de un presupuesto para un Sistema Nacional de Cuidados asequible y de calidad, la creación de estímulos para que las empresas implementen políticas vida-trabajo para sus empleados, desarrollar habilidades en las niñas y mujeres para que mejoren sus oportunidades en el mercado laboral, e incentivar la corresponsabilidad de cuidado en la primera infancia a través de permisos de paternidad extendidos.