Estado

Seguridad en infantes crece desde la corta edad

Recomienda SIPINNA escuchar a los niños y darles seguridad entendiéndolos y explicando las cosas

Debido a que la seguridad en los infantes crece en ellos desde su corta edad, el Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) recomendó a los padres de familia escuchar la experiencia que viven las niñas y los niños.

Ejemplificó que en el momento del sismo de 7.5 de magnitud del pasado martes, a los infantes se les debe hacer sentir seguridad ya que palabras inadecuadas pueden causar dudas.

También pidió a los padres tlaxcaltecas escuchar a sus hijos ante el sismo que se registró el pasado 23 de junio y que se sintió en el estado de Tlaxcala. 

Explicó en un mensaje en sus redes sociales que el sistema diseñado para la alineación, transversalización, diseño e implementación de la política pública con perspectiva de derechos humanos de la infancia y adolescencia, es necesario que los padres de los niños en la entidad escuchen y platiquen con sus pequeños.

Al estar en confinamiento no pueden platicar su experiencia inmediata con sus compañeros de salón o la maestra de grupo, por ello sus padres se convierten en sus amigos y deben escucharlos.

En su mensaje el Sistema de Protección recomendó “escucha la experiencia que niñas y niños vivieron en el momento del sismo, abrázales y hazles sentir seguridad”. 

Resaltó que al hablar con los pequeños con palabras inadecuadas les puede generar dudas del acontecimiento sucedido ya que cualquier desastre natural les pueden crear miedo, confusión e inseguridad en los niños. 

Ya sea que un niño haya sufrido personalmente un trauma, haya simplemente visto el evento en televisión o haya escuchado a los adultos hablar de ello, la SIPINNA consideró importante que los padres estén comunicados e informados y listos para ayudarlos si comienzan a reaccionar a la tensión. 

De acuerdo con expertos, los niños “pueden que los niños respondan a un desastre demostrando sus miedos, tristeza o problemas de conducta. Los niños más jóvenes pueden regresar a patrones de conducta anteriores, como mojar la cama, problemas de sueño y ansiedad de separación. Los niños mayores también pueden demostrar coraje, agresión, problemas escolares o verse retraídos. Algunos niños podrían desarrollar estrés, aunque sólo tengan contacto indirecto con el desastre, pero que lo hayan visto en la televisión”.