Se cumplen 395 que tlaxcaltecas se revelaron a realizar la Catedral de Puebla
El 13 de julio de 1625, pobladores de Santa Cruz Tlaxcala, Atlihuetzia, Tepeyanco, Chiautempan y Xaltocan no quisieron enviar 100 hombres para la construcción religiosa
Este lunes 13 de julio de 2020 se cumplieron 395 años de que un grupo de tlaxcaltecas decidieron no trasladarse al vecino estado de Puebla para iniciar la construcción de la Catedral poblana. El Coordinador de la Red de Museos del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura (ITC), Armando Díaz de la Mora, recordó ayer que los tlaxcaltecas se revelaron el 13 de julio del año 1625, y no acudieron al vecino estado de Puebla para realizar la construcción de la catedral poblana.
Explicó que los pobladores de 5 lugares de Tlaxcala no quisieron enviar a 100 hombres provenientes de Santa Cruz Tlaxcala, Atlihuetzia, Tepeyanco, Chiautempan y Xaltocan, quienes se revelaron.
Mediante un mensaje de Twitter, Díaz de la Mora dijo que “el 13 de julio de 1625 pobladores de Santa Cruz Tlaxcala, Atlihuetzia, Tepeyanco, Chiautempan y Xaltocan se rebelan a enviar 100 hombres para la construcción de la catedral de Puebla”.
Y es que en 1524 los frailes franciscanos llegaron a tierras de Nueva España, a hacer su misión evangelizadora. Los primeros famosos «doce», con fray Martín de Valencia a la cabeza, y crearon la provincia del Santo Evangelio y escogieron cuatro puntos estratégicos para iniciar su labor, México, Texcoco, Tlaxcala y Huejotzingo, donde fundarían los cuatro primeros conventos de México y en los que se repartieron ellos mismos.
En sus proyectos salió designado para Tlaxcala, como guardián del monasterio que allí se fundaría, fray García de Cisneros, acompañado por fray Martín de la Coruña y fray Andrés de Córdoba. Llegaron a Ocotelulco a mediados de 1524 y se alojaron en unos salones del palacio del cacique Maxicatzin, los cuales se sabe les fueron facilitados por espacio por tres años, mientras construían su primitivo monasterio.
Al respecto, fray Toribio de Benavente, Motolinia, anotó: «tenía este señor grandes casas y muchos aposentos, y aquí en una sala baja tuvieron los frailes menores su iglesia tres años, aunque después el 19 de agosto de 1524 el emperador Carlos V envía una carta al Papa Clemente VII en la que solicita se cambie de lugar la sede del obispado, planteando la falta de población en el territorio de Yucatán.
El Obispo Garcés no aceptó el cambio, después de 15 años de gobierno infatigable, fray Julián murió en 1542. Sus restos se encuentran en la catedral de Puebla. El cambio de la sede de Tlaxcala a Puebla se concedió en 1541, pero fue hasta 1543, un año después de la muerte de Fray Julián Garcés cuando se hizo efectivo. Aunque la diócesis siguió llamándose Diócesis Tlaxcalensis por varios siglos, fue en 1903 cuando se convirtió en la arquidiócesis de Puebla de los Ángeles, desapareciendo el nombre de Tlaxcala como diócesis durante 56 años.
En el periodo del obispado de Julián Garcés, la ciudad de Puebla se desarrolló más rápido que la de Tlaxcala, por ello varios canónigos se instalaron en Puebla y solicitaron la reubicación de la sede episcopal en ese lugar.
Fue hasta 1959 cuando el Papa Juan XXIII reinstauró la moderna Diócesis de Tlaxcala, la cual coincide con los límites del territorio del estado.