Rentas, deudas y gastos familiares, lo que impide a comerciantes cerrar sus negocios
“De aquí comemos, si dejamos de abrir el negocio no vamos a tener dinero y mientras ocupemos el local lo tenemos que pagar”
El pago de rentas de locales que utilizan para sus negocios, deudas con proveedores o adquiridas para comprar diferentes artículos o cubrir ciertas necesidades, y los gastos que a diario se generan en el hogar, son algunas de las causas que impiden a los pequeños comerciantes dejar de trabajar.
Con el argumento de que el dinero ganado en su negocio, sea cual sea, sirve para sostener la economía familiar, hombres y mujeres en todos los municipios de Tlaxcala se han quedado a trabajar, pese a que también temen contagiarse de coronavirus.
“Hemos visto las noticias, estamos sabedores de que los contagios de Covid-19 en Tlaxcala van creciendo, el gobernador lo anuncia a diario, pero no podemos dejar de trabajar, de aquí comemos, si cerramos el local de todos modos tenemos que pagar la renta y no tenemos dinero para darnos ese lujo”, dijo el dueño de una tlapalería de la región sur.
Isabel atiende una heladería en Quilehtla, el negocio es de sus papás, una pareja que ya supera los 50 años; ella es madre soltera y les ayuda ahora que la empresa en la que trabaja decidió suspender sus labores por la contingencia del Coronavirus.
En Quilehtla ya existe un caso positivo de coronavirus, por eso la mujer decidió que sus padres, junto con su hijo, se queden en casa mientras ella atiende el negocio familiar; del sueldo que ella percibe en su trabajo y de las ganancias que se generan en la heladería completan los gastos de la casa, pero tienen que pagar la renta del lugar, que supera los mil pesos mensuales.
Este año no sé cómo le vamos a hacer, lo que gano no alcanzará para los gastos de la casa y pagar la renta, por eso no hemos cerrado, ni vamos a cerrar, es que en otros años, cuando no había contingencia, la temporada de primavera y verano eran de muy buenas ventas para nosotros y todos los que tienen tipo de comercios”, expuso.
Las autoridades estatales y municipales tienen considerado permitir que los negocios que venden productos esenciales, como alimentos, continúen funcionando pero con las medidas higiénicas y sanitarias correspondientes, pero existen muchos casos como el de la tlapalería o la heladería, donde sin ser precisamente productos de primera necesidad tienen que mantener abierto para reunir dinero y cubrir sus necesidades básicas.
Aunque con las ventas al 50 por ciento (%) o menos, no pueden cerrar porque dejar de funcionar aunque sea por unos días significará un golpe grave a su economía y más aún si enfrentan el pago de rentas o deudas, cualesquiera que sea