Municipios

Regidoras de Ayometla pretenden sueldo sin trabajar

  • Acusan a la alcaldesa de retenerles sus salarios e imponerles una sanción, pero en un año no se han responsabilizado de su cargo

Dos regidoras del municipio de Ayometla pretenden seguir cobrando su sueldo sin trabajar, pues confesaron que desde hace cuatro meses les llegó el aviso de suspensión por no asistir a los eventos cívicos, no respaldar las acciones de gobierno y no atender a la ciudadanía que se los solicita.

Por eso, la presidenta municipal, Maribel Meza, decidió plantear la situación ante el cabildo y por mayoría se decidió crear un reglamento para sancionar a quienes incumplan con las funciones para las que fueron electos.

Con base en este se hicieron acreedoras a una sanción de 30 días de salario, motivo por el que ya interpusieron, junto con la presidenta de comunidad de Tlapayatla, una denuncia ante el Tribunal Electoral del Estado de Tlaxcala y ante el Congreso del Estado.

Las regidoras dijeron tener la razón y estar en el derecho constitucional de cobrar sin trabajar, pues como ellas mismas lo expresaron, desde hace un año no están sabedoras de la situación del municipio y no han presentado informes de sus labores, mucho menos reportes de lo que han hecho en favor de la ciudadanía.

En una conferencia de prensa, las funcionarias señalaron que la alcaldesa les atribuye conductas inapropiadas que no están descritas dentro de la Ley Municipal, lo que las llevó a que el 30 de agosto fueran suspendidas de sus funciones por un periodo de 60 días sin goce de sueldo, dejando pendiente la sanción a la presidenta de comunidad.

 “Por supuesto que lo anterior es contrario a la Constitución, pues de acuerdo con el nuevo régimen de sanciones previsto en la Ley General de Responsabilidades, el Cabildo no tiene ninguna facultad para hacerlo. En todo caso, si existiera alguna infracción, es la Contraloría Interna la que tiene el deber de hacer una investigación y en su caso promover alguna responsabilidad”, explicaron.

Sin embargo, al dar a conocer públicamente “su situación”, sólo les costó el rechazo de los vecinos de la municipalidad, pues así se enteraron de propia voz de las regidoras y la presidenta de comunidad que desde hace meses no están trabajando y no pretenden hacerlo, sino más bien, su intención es dejar plantada a la gente que les dio su confianza para llegar al cuerpo edilicio y seguir cobrando recursos del erario.