PT, peligrosamente diva
El Partido del Trabajo desde hace algún tiempo viene fungiendo como “la diva mercenaria” del espectro partidista de izquierda a nivel nacional y local.
No es la primera vez que el partido de izquierda se acomoda donde más ganancias le deja en prerrogativas como en espacios políticos.
Pues el antecedente en los últimos años es que a pesar de ser de izquierda, también juega electoralmente con los partidos de derecha.
En los comicios gubernamentales de 2010 en Tlaxcala, se la jugó con el PRI y su entonces candidato, y después gobernador, Mariano González Zarur.
Más tarde, en las votaciones federales de 2018 se sumó al bloque que encabezó Morena, así como su candidato presidencial y hoy Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador.
Y rumbo a las votaciones federales y locales de 2021, el PT nuevamente busca colgarse de la preferencia electoral que tiene Morena entre el electorado.
Lo mercenario del partido de la estrella viene de haber nacido en una época que los partidos nuevos fueron concebidos para ser las minorías que legitimaran a la mayoría, entonces aún hegemónia del PRI en los últimos años, así como del PAN en otras anualidades más anteriores.
Su papel se evidenció rápidamente como todos los partidos llamados “chiquillada”; mantener un negocio familiar o grupal mediante votaciones que alcanzaran los mínimos de votación para poder mantener el registro federal y estatal.
Y después, montarse en coaliciones para maximizar las ganancias: prerrogativas jugosas y escaños o posiciones en los poderes Ejecutivos locales o nacional.
Lo diva del PT les llegó a partir de la elección de 2018. Muchos personajes del PT nacionales y locales, consideraban, y así lo presumen aún, que el triunfo arrollador de Andrés Manuel López Obrador se dio en buena medida gracias a ellos.
Y están listos para seguir cobrando el “favor de su indispensable” apoyo electoral de cara a las próximas votaciones de 2021, montados en Morena; en tanto esté aprobada su capacidad electoral, la cual mantendrá, aunque en menor medida.
Por lo tanto, ya se llenaron de compromisos a las candidaturas. Todos aquellos que ubican su subsistencia política en salir candidatos por Morena y estiman difícil ser los elegidos, miran al PT como la más eficaz forma de montarse en la preferencia de Morena, en tanto es considerado el más natural aliado.
Sin embargo, hay varios inconvenientes para quienes ya hayan pactado compromisos antes de tiempo. Suponiendo una alianza tanto para la elección federal como las elecciones locales, que serán generales en el estado, obviamente Morena daría una mínima cantidad de candidaturas para encabezar al PT, y más porque también se avisora que habrá otros partidos que se coaligarán en ese bloque.
Se entiende que el partido de la estrella tendrá que priorizar, de lo contrario tendría muchos marginados a razón de tantos compromisos ya efectuados y pocas candidaturas que pudiera lograr para encabezar alianzas.
Algo que se sobre entiende y pudo evitarse, pero en la ansiedad de los tránsfugas y su contraparte, los ambiciosos dirigentes de dicho partido, no pasó o pasará.
El peligro mayor para ambas partes es que muchas voces dentro de Morena y que aspiran a dirigirlo, así como cercanos a quienes buscan la candidatura a la gubernatura, nunca han estado cómodos negociando con el PT; prevén, ahora, la codicia electoral desbordada de los dirigentes y simpatizantes del partido de la estrella.
Saben de su tozudez para negociar y que ésta viene recargada; prefieren no ir en alianza con dicho partido, puesto que también significaría volver a no tomar en cuenta a las bases morenistas, además no se considera necesaria su votación mínima para obtener triunfos.
Aunque se proyecta complicado deslindarse de una línea nacional que impusiera aliarse con el PT para la elección federal de diputados o la misma elección para la gubernatura en Tlaxcala, pero para alcaldes y diputados locales, las voces dentro de Morena, se manifiestan a favor de un Movimiento de Regeneración Nacional solo.
Un peso final que carga el PT es que las coaliciones con ellos son únicamente electorales. Tienen un precio hasta el día de la elección. Las agendas legislativas y de gobierno se negocian aparte.
Toda vez que hay que analizar el actuar de los diputados locales de dicha franquicia política; pues no hay lealtad real al proyecto de la 4T hasta el momento, los diputados del PT en funciones han demostrado lo contrario, pues solo basta ver que en el tiempo que llevan en el cargo han transgredido los principios de AMLO: “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”. Algo sencillo que no han podido cumplir para beneficio de la población tlaxcalteca.