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Pide Obispo intercesión de San Miguel para que acabe la pandemia

  • En su homilía realizada desde Nativitas, el Máximo Jerarca de la Iglesia encendió un cirio como signo de oración

El obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, por tercera vez consecutiva hizo una oración para que cese la pandemia de Covid-19, ya que es una situación que lamentablemente enfrenta la humanidad y ha enlutado a miles de familias en el mundo.

En la misa desde el santuario de San Miguel Arcángel, en Nativitas, el máximo jerarca de la iglesia católica expresó ante los presentes en la celebración de los tres arcángeles, que Miguel es el modelo del primado de Dios de su trascendencia, de su poder, “y la segunda función del arcángel es protector del pueblo de Dios”, acotó.

Destacó que en estos tiempos debemos ser Ángeles los unos para los otros, ángeles que aparten de los caminos equivocados y orienten siempre hacia Dios, “como San Miguel arcángel debemos ser custodios de las personas que se nos han encomendado”, dijo.

Salcedo Aquino indicó que anunciar el evangelio entre nosotros significa curar, “en el camino estamos acompañados por Ángeles de Dios, cuya presencia nos ayuda a superar los peligros, al venir como peregrinos al santuario pedimos a San Miguel Arcángel que nos defienda del maligno y de la enfermedad”, acotó.

El máximo jerarca de la iglesia en la entidad expresó que el año pasado al comenzar la pandemia acudió al santuario como peregrino, para hacer una oración a favor de Tlaxcala y la salud de los enfermos.

Destacó que como signo de la oración y para pedir por aquellos que enfrentan este virus, por quienes han fallecido y por las familias se encendió un cirio en el que depositan la fe de la grey católica a San Miguel, patrono de Nativitas, para que interceda ante Dios, dicha oración posteriormente fue depositada a los pies de la imagen del Arcángel.

Hay que hacer mención que durante la celebración eucarística se aplicaron estrictas medidas sanitarias, por lo que sólo se permitió un aforo del 30 por ciento de la capacidad del templo y las puertas se mantuvieron cerradas durante su visita del obispo, Julio César Salcedo Aquino.