Pide INAH denunciar saqueo de bienes arqueológicos durante temporada decembrina
- “Robar el pasado es atentar contra el futuro; el saqueo de bienes arqueológicos es un delito”
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Tlaxcala pidió a la población denunciar el saqueo de bienes arqueológicos durante la temporada decembrina de 2020, ya que “robar el pasado es atentar contra el futuro, además el saqueo de bienes arqueológicos es un delito”.
El INAH dijo que el saqueo de bienes arqueológicos debe denunciarse al número de teléfono 55 55 50 29 16 y 55 55 50 82 69 o al correo electrónico [email protected], donde podrá denunciarse cualquier situación de esta naturaleza por los vecinos de la zona o cualquier persona que detecte en las zonas arqueológicas.
La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas determina que son “propiedad de la nación inalienables e imprescriptibles los monumentos arqueológicos muebles e inmuebles”.
También, en el artículo 29 se establece que quien encuentre bienes arqueológicos “deberá dar aviso a la autoridad civil más cercana”, ya que hay personas que haya piezas arqueológicas y no dan el aviso correspondiente a la autoridad. Por el contrario, colocan las piezas a la venta en redes sociales y en portales de internet.
Asimismo establece en su artículo 53 que al que por cualquier medio pretenda sacar o saque del país un monumento arqueológico, artístico o histórico, sin permiso del INAH, se le impondrá prisión de dos a doce años y multa de cien a cincuenta mil pesos.
Por su parte, el artículo 54 dice que los reincidentes en los delitos tipificados en esta Ley, se les aumentará la sanción desde dos tercios hasta otro tanto de la duración de la pena. La sanción para quienes resulten delincuentes habituales se aumentará de uno a dos tantos de la que corresponda al delito mayor.
El saqueo, también llamado pillaje, es la toma o el apoderamiento ilegítimo e indiscriminado de bienes ajenos: por la fuerza, como parte de una victoria política o militar; en el transcurso de una catástrofe o tumulto, como en una guerra, o bien pacíficamente, aprovechando el descuido o la falta de vigilancia de bienes.
La palabra designaba originalmente al asalto de aldeas, pueblos y ciudades, no solamente en situación de conflicto, sino también por parte de los mismos miembros de la comunidad. Por saqueo o expolio arqueológico y artístico, por otra parte, se entendía bien el reparto del patrimonio artístico y cultural del clero católico llevado a cabo durante las desamortizaciones del siglo XIX o bien el saqueo de los yacimientos arqueológicos por parte de profesionales con fines de lucro o por inexpertos coleccionistas de mercancías llegadas a la costa en los naufragios.