Madre e hija migrantes se rencuentran tras un accidente
- La menor de edad pudo ser entregada a su progenitora luego de que llegará al albergue La Sagrada Familia
El albergue La Sagrada Familia de Apizaco reencuentra a madre e hija, y es que, tras realizar su tránsito por el estado de Veracruz, la progenitora callo del tren, resultando lesionada y llevada a un nosocomio de dicha entidad, señaló el encargado de inmueble, Elías Dávila Espinoza.
En este tenor, comentó que los albergues al estar en Red Nacional en conjunto con el Instituto Nacional de Migración (INM) delegación Tlaxcala, emitieron una alerta, por lo que, al llegar al albergue de migrantes en Apizaco, de manera inmediata fue atendida por el personal que allí labora.
Sostuvo que se le otorgó comida y un espacio para descansar un momento, además de que se le revisó para evitar algún problema de salud o en su caso que viniera herida o deshidratada, pero gozaba de una excelente condición de salud, por lo que, tras hacer algunos trámites, la niña fue llevada con su madre por parte del Instituto Nacional de Migración, quien tras recuperar la salud serían nuevamente repatriadas a su país de origen.
Expresó que en su trayecto la menor de edad viajo desde Veracruz sola, por lo cual en todo momento el equipo de trabajo que labora en el albergue estuvo pendiente del paso del tren para lograr apoyar a la niña y poder regresarla con su madre, “interesante trabajo que se hizo en equipo”.
Dijo que este tipo de acciones altruistas se han hecho con otras familias, ya que el igual que el Instituto Nacional de Migración, la Comisión Estatal de Derechos Humanos está al pendiente de posibles violaciones a los derechos de estas personas que van de paso por la entidad, tan es así que ha estado en los operativos de migrantes que ha hecho la dependencia federal.
Finalmente, Dávila Espinoza dijo que en todo momento velan porque estas personas reciban un buen trato y sobre todo que no sean agredidos “solo por tener condición migrante y por buscar mejores opciones laborales y económicas, nadie tiene derecho a agredirlos o discriminarlos”, concluyó.