Jóvenes rechazan violencia, tras representación del Circo Romano en Aquiahuac
A pesar de medio siglo de tradición, las nuevas generaciones no se identifican con el maltrato a las mujeres y las escenas de pelea entre gladiadores
Miguel Ángel Lara
El realismo que imprimen los actores en la representación del Circo Romano de Santa Cruz Aquiahuac, localidad del municipio de Santa Isabel Tetlatlahuca, ha sido motivo de rechazo por jóvenes que, ante la violencia que se vive hoy día en el país, se manifestaron en las redes sociales por frenar estas actividades.
A pesar de que el Circo Romano cumplió este Viernes Santo 53 años de realizarse, las nuevas generaciones no se identifican con el maltrato que sufren mujeres y niños en algunas de sus escenas, ni con las peleas cuerpo a cuerpo entre gladiadores.
Por el contrario, se manifestaron a favor de seguir las tradiciones de fe de la iglesia católica, y respetar los días Santos debidamente sin hacer alusión a los actos violentos que, aunque probablemente se vivieron en la época, hoy día no son motivo de remembranza.
Los cibernautas también se mostraron descontentos por el lenguaje que utilizan los participantes en la escenificación, que, si bien no es vulgar, sí suele contener palabras fuera del contexto de la época en que, según la historia, se desarrolla la representación.
Las críticas en el video que Abc Noticias publicó este fin de semana son tales que algunos usuarios de las redes sociales se mostraron a favor de desaparecer o modificar esta tradición, a fin de apegarse más a los pasajes bíblicos y no a los hechos históricos.
El Circo Romano, una tradición de más de medio siglo en Santa Cruz Aquiahuac, no representa precisamente pasajes religiosos, sino que hace una remembranza de lo que, según algunos textos históricos y filmaciones al respecto, sucedió durante el apogeo del imperio de Roma.
Utilizan el lugar, que es una explanada a un costado de la iglesia de la comunidad, para recrear los enfrentamientos entre gladiadores en el Coliseo Romano para diversión del emperador y el pueblo; las guerras para expandir su territorio y cómo eran tragados los presos de batalla.
Luego, esta historia se va ligando hasta el Año Cero, que marca el nacimiento de Jesús, para posteriormente conjuntarlo con los días en que fue aprehendido, castigado y sentenciado a muerte. La escenificación, que suele ser de más de 8 horas de duración, concluye con el viacrucis, crucifixión y muerte de Jesús.