Estado

Hace 128 años se publicó la segunda edición de la Historia de Tlaxcala

En 1892 se difundió la segunda edición Mexicana de “Historia de Tlaxcala”, con motivo del cuarto Centenerario de la llegada de los españoles a América

El Coordinador de la Red de Museos del Instituto Tlaxcalteca de Cultura (ITC) Armando Díaz de la Mora informó que hace 128 años se publicó segunda edición de la Historia de Tlaxcala y, fue en 1892 cuando fue publicada con motivo del cuarto Centenario de la llegada de los Españoles a América.

Difundió una fotografía del libro de Diego Muñoz Camargo publicada y anotada por Alfredo Chavero, quienes realizaron dicha edición “por acuerdo el presidente General Porfirio Díaz para presentarla como un homenaje a Cristóbal Colón en la exposición de Chicago”.

Diego Muñoz sustenta  que la fundación de la ciudanía obedeció a la necesidad de los españoles de consolidar su alianza con los cuatro señoríos, dándole unidad a los mismos mediante la congregación de los principales y sus vasallos pues de esta manera se introducían las instituciones religiosas de gobierno y de organización social de los dominadores para desplazar paulatinamente las correspondientes a los indígenas.

La Historia de Tlaxcala escrita por Diego Muñoz Camargo es la única monografía que existe de esta nacionalidad, y aunque algunos bibliófilos refieren a alguna otra crónica en México, se tiene perdida por lo que es considerada inédita para los historiadores.

En la historia de Tlaxcala habla del pueblo tlaxcalteca indígena que habitó el estado de Tlaxcala y México, como un florecimiento que tuvo lugar desde 1522 estructurados como federación, por lo que los mismos tlaxcaltecas elegían a su líder supremo, hecho que marco que jamás fueran sometidos por los mexicas lo que llevo a estar cerca de los pueblos aztecas.

Asimismo su declaración libre y soberana fue después de la Constitución de 1519, cuando los tlaxcaltecas al frente de Xicohténcatl enfrentaron a los conquistadores de Hernán Cortes.

El historiador dijo que la plaza de Tlaxcala funcionaba de tianguis ya que ahí se trasladó el tianguis de Ocotelulco por instrucciones del virrey Don Antonio de Mendoza, el mercado tenía una preciosidad sabatina y su importancia podía medirse por un solo producto “la grana cochinilla”, insecto que se extrae el tiente para colorear textiles  cuyo comercio alcanzaba la cifra de 200 mil reales anuales.