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Es laguna de Acuitlapilco moneda de cambio en política

  • Aspirantes a ocupar cargos públicos dirigen propuestas viendo a la zona federal como oportunidad para posicionarse, a pesar de que no dependerá de ellos su rescate o rehabilitación

La laguna de Acuitlapilco, en la capital, se ha convertido en la moneda con la que los aspirantes a ocupar un cargo público, no solo de aquella localidad, sino de los pueblos y municipios colindantes, pretenden comprar la voluntad ciudadana cada vez que se aproxima un proceso electoral.

La laguna ha sido utilizada, desde hace varias décadas, como el trampolín para lanzar a aquellos que dicen querer trabajar en beneficio de los pueblos, y más ahora que la sequía ha hecho estragos y que las autoridades federales han comenzado los trabajos de delimitación.

Los aspirantes suelen prometer que la rescatarán o que la van a limpiar, incluso para verse bien comienzan trabajos que solo son visibles por algunas semanas y luego nuevamente desaparecen, dejando todo igual o peor que como lo encontraron.

Convertir a la laguna de Acuitlapilco en una fuente interminable de promesas ha sido uno de los motivos por el que aquel cuerpo de agua no ha sido rehabilitado completamente, pues de lo contrario se acabarían los discursos que tienen que ver con el cuidado del medio ambiente, al menos en la región.

Un ejemplo es el que dieron a conocer recientemente los miembros de una organización civil en la comunidad de Atlahapa, también perteneciente a la capital, en donde expusieron que una persona prometió realizar de manera altruista una obra que beneficiaría turísticamente al lugar y económicamente a los vecinos, incluso la comenzó, pero la dejó inconclusa.

Los trabajos pudieron verse mientras aquel vecino tuvo aspiraciones políticas, pero cuando estas terminaron también los trabajos se detuvieron y ahora, tras varios meses de no ver más que algunos muros construidos, los vecinos han pedido resultados sin que haya una respuesta.

El presidente de comunidad también solicitó que haya una fecha de conclusión, pues el proyecto era bueno y beneficiaría a todos, pero al parecer todo quedará en posibles daños a la propiedad federal, modificaciones en el suelo y una intención que solo fue viable mientras hubo algún interés político de por medio.