Estado

EL RÍO ATOYAC, ENTRE LOS CUATRO AFLUENTES MÁS CONTAMINADOS DE MÉXICO

  • Se conmemoró el Día Internacional de Acción contra las Represas y en Defensa de los Ríos.

Por José Luis Ramírez Romero

Cada año, el 14 de marzo, se conmemora el Día Internacional de Acción contra las Represas y en Defensa de los Ríos, a fin de reflexionar sobre las condiciones de los caudales de agua que corren en todas latitudes y la lucha por protegerlos.

En Tlaxcala, la subcuenca del río Zahuapan, perteneciente a la cuenca del alto Atoyac de la Región Hidrológica No. 18, se extiende en una superficie estimada del 39% del territorio.

Con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se estima que, para 2020, en la subcuenca estaba asentada cerca del 60% de la población del estado, pero también una parte importante de la industria asentada en la entidad.

La principal corriente en la subcuenca es el río Zahuapan, el cual tiene su origen en la sierra de Tlaxco, y cruza por la parte central de norte a sur, captando en su recorrido los escurrimientos de los ríos Atenco, de los Negros y Totolac, por mencionar los más representativos, hasta desembocar en el río Atoyac.

Desde la presa Atlangatepec, hasta la confluencia con el río Atoyac, el Zahuapan tiene una longitud aproximada de 66 kilómetros.

Por otra parte, el río Atoyac forma parte de la cuenca alta en la región hidrológica del Balsas. Recorre la subcuenca río Atoyac-San Martín Texmelucan, las subcuencas río Zahuapan, río Alseseca y Valsequillo, en los estados de Tlaxcala y Puebla.

Sin embargo, el Atoyac es uno de los cuatro afluentes con mayor grado de contaminación en el país.

De acuerdo con la declaratoria de clasificación de los ríos Atoyac y Xochiac o Hueyapan, y sus afluentes, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 06 de julio del 2011, el río Atoyac inicia 1.40 kilómetros aguas arriba de la descarga municipal Santa Rita Tlahuapan, en Puebla, antes de la confluencia con el río Atotonilco, y finaliza en la desembocadura a la presa Manuel Ávila Camacho en Puebla.

La declaratoria identifica seis zonas a lo largo del cauce del río, y las de relevancia para Tlaxcala son las correspondientes a la zona 3 de Natívitas, y la zona 4 de San Jacinto.

Un diagnóstico elaborado por el gobierno estatal indica que, en la problemática hídrica de la Cuenca Alto Atoyac al interior del estado de Tlaxcala, destaca su ubicación como una de las dos más contaminadas de México, debido a las descargas de origen público-urbano e industrial que se vierten en las aguas de los ríos Zahuapan, Atoyac y sus efluentes.

Estas fluyen en su cauce sin o con un deficiente tratamiento, lo que ha ocasionado “efectos en la salud humana y del ecosistema en su conjunto, restando valor a la producción y productividad agrícola, pecuaria y al ambiente en el que se asientan las poblaciones”.

Sus principales fuentes de contaminación son las industrias textil, petroquímica, automotriz, metalúrgica, metalmecánica, cerámica, electrónica, químico-farmacéutica, papelera, las que sumadas a los desechos de actividades agrícolas, ganaderas y manufactureras.

Y estas “han sido identificadas como las causantes enfermedades reportadas desde el año 2000, tales como: cáncer y enfermedades cutáneas, asma bronquial, purpura trombocitopénica idiopática, leucemia linfoblástica aguda, tumores intestinales e ineficiencia renal”.

El gobierno estatal reconoce que la acumulación de plomo y silicio en el suelo ya rebasa los niveles permitidos en la Norma Oficial Mexicana NOM-001, debido a que son regados con agua del río Atoyac que tiene en altos niveles dichos componentes

“Particularmente en el caso de las zonas agrícolas, hay evidencia de pérdida de la diversidad hortícola, afectando la comercialización de los productos del campo, los cuales son destinados a los principales centros de distribución de alimentos, como lo son las Centrales de Abastos de Puebla y la Ciudad de México, así como cambios en la dieta local”, apunta el análisis.