INTERNACIONAL

El Banco Mundial lanza en la COP28 plataformas para reducir emisiones de metano

El Banco Mundial presentó este lunes dos nuevas plataformas para reducir las emisiones de metano a la atmósfera, que contribuyen al calentamiento global, esto en la Cumbre del Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP28) en Dubái.

El organismo financiero presentó la Plataforma Mundial de Reducción del Metano para el Desarrollo (CH4D), un centro para la disminución del metano en la agricultura y los residuos, y la Asociación Mundial para la Reducción de las Quemas y el Metano (GFMR, por sus siglas en inglés), que se centra en la reducción de las fugas de metano en el sector del petróleo y el gas.

El objetivo de ambas propuestas es reforzar alianzas «para reducir significativamente las emisiones de metano en toda la cadena de valor de la energía en todo el mundo», según un comunicado oficial, que enmarcó estas iniciativas en parte de sus esfuerzos y acciones con países como Alemania, Noruega y Estados Unidos, así como el sector privado.

El metano es 80 veces más peligroso que el dióxido de carbono (CO2) a la hora de calentar el planeta, lo que lo convierte en uno de los principales impulsores del cambio climático, pero sin embargo, es menos conocido y la financiación para su reducción es alarmantemente baja, representa menos del 2% de la financiación mundial para el clima, según el comunicado.

Estas dos plataformas se suman a los 15 programas nacionales que el Banco pondrá en marcha en los próximos 18 meses con la intención de reducir hasta 10 millones de toneladas de metano y disminuir el «peligroso aumento de la temperatura global y ayudar a miles de millones de personas en primera línea del cambio climático».

De esta forma, el organismo bancario refuerza su acción climática para rebajar las emisiones de metano, que representan alrededor del 19 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, con la implantación también de programas nacionales para abordar las emisiones del sector de la agricultura, como en el caso del arroz, que con la tecnología adecuada podría reducirse en un 40 %.