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Disputan grupos políticos control de iglesia en Zacatelco

  • La fiscalía y la mayordomía para la fiesta patronal son los puestos más codiciados, actualmente los cargos son ostentados por el tío del alcalde y el hijo de un excandidato a la presidencia municipal, y ya hay diferencias

En Zacatelco, grupos políticos se disputan, desde hace tiempo, el control de la iglesia católica a través de cargos de elección popular, esto ha originado tanto conflictos de intereses como problemas sociales que escalan más allá de enemistades entre familias o vecinos y que terminan afectando a terceros que no tienen nada que ver con la vida pública.

La fiscalía y la mayordomía para la fiesta patronal son los puestos más codiciados y, por lo que se puede ver actualmente en el municipio sureño, a estos solo llegan los más adinerados, quienes tienen algún interés a futuro o quienes se han pasado haciendo campañas varios años hasta que el pueblo, y un político de renombre, los ayuda a ganar.

Tal es el caso de los actuales, la fiscalía representada por Ignacio Liborio Escalante, y la mayordomía a cargo de Gabriel Díaz, ambos provenientes de familias políticas, el primero tío del actual presidente municipal de Zacatelco, y el otro hijo de Gonzalo Díaz Corona, excandidato a presidente municipal.

La semana pasada comenzaron los problemas entre sus colaboradores, primero acusaron malos manes financieros por parte del fiscal y la violencia detonó el viernes, cuando hubo golpes entre los grupos; una mujer y unos niños resultaron agredidos, pero también el fiscal acusó a los mayordomos de algunas faltas, entre estas ingerir bebidas embriagantes dentro de la propiedad eclesiástica.

Ayer la mayordomía citó a una rueda de prensa para aclarar todo, pero al término de esta y con decenas de vecinos reunidos Ignacio Escalante se apersonó y fue recibido con abucheos por los zacatelquenses, la situación se salió de control al pedir que se retirara hasta llegar a los empujones y la intervención de policía municipal para resguardar al familiar del alcalde.

Los ánimos no se calmaron luego de “echarlo” del templo, sino que comenzaron a reunir firmas para destituirlo y que el párroco convocara a una nueva elección, mientras tanto advirtieron que no lo dejarán regresar y comenzaron a retirar las chapas de las puertas de las oficinas para asegurarse de que no pudiera ingresar.

Cuando el párroco se apersonó pidió prudencia y actuar conforme a las costumbres locales, pero lejos de calmar a los inconformes los molestó más cuando en su mensaje ellos notaron una inclinación de apoyo hacia el fiscal, decidiendo entonces ir directamente a la MITRA y que ahí se decida qué hacer.

Finalmente, y luego de varias horas de tensión, Gabriel Díaz tomó la voz y dijo que hoy harán llegar una solicitud a las autoridades religiosas para destituir a la fiscalía y al párroco por intervenir en asuntos que no le competen, al mismo tiempo de que solicitó que los feligreses se mantengan en calma en tanto no haya una respuesta certera.

Sin embargo, la consigna de no dejar que el fiscal siga en el cargo quedó asentada y dejaron las rúbricas como testimonio de que los católicos están de acuerdo en que Ignacio Escalante no debe seguir al frente del cargo.