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DEBE SEPE CONTRIBUIR EN LA DESESTRUCTURACIÓN Y DISMINUCIÓN DE LAS CAUSAS SOCIALES QUE ORIGINAN LA TRATA DE MUJERES

  • Al conmemorar el Día Mundial contra la Trata de Personas, el Centro Fray Julián Garcés advierte la falta de un proceso educativo y reeducativo orientado al cambio de las actitudes ante este grave problema.

Por José Luis Ramírez Romero

Al conmemorar este 30 de julio el Día Mundial contra la Trata de Personas, el Centro Fray Julián Garcés consideró que las acciones gubernamentales en contra de este flagelo en el Estado de Tlaxcala no se desarrollan sobre un eje de prevención a partir de un proceso educativo y reeducativo orientado al cambio de las actitudes de las personas frente a este grave problema.

De hecho, cuestionó la campaña institucional que emprende el actual gobierno estatal, pues se basa en la difusión de un video y materiales creados sobre “la idea sentimentalista del padrote arrepentido que tiene una sanción de 30 años”, ya que ello no aporta a la solución ni tendrá efectos en ello “si no se investiga y sanciona realmente, y de manera ejemplar, a las redes” dedicadas a la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual.

Según la asociación civil pro Derechos Humanos y Desarrollo Local, en el presente periodo de gobierno “únicamente se abrió una carpeta de investigación y no se ha emitido ninguna sentencia condenatoria firme, mientras que, de enero de 2017 a diciembre de 2022, se abrieron 52 carpetas de investigación sobre trata y sólo una alcanzó sentencia condenatoria firme”, situación que supone un nivel de impunidad de 98%.

En este contexto, estimó que la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE), en el marco de la Nueva Escuela Mexicana y del Programa Estatal contra la Trata, debe impulsar acciones educativas que se conviertan en la herramienta principal del gobierno para prevenir la trata, “a partir de la educación en masculinidades que rechacen la violencia hacia las mujeres y la trata con fines de explotación sexual, y la generación de herramientas para hombres y mujeres que permitan identificar la violencia, la trata y los riesgos de enganche”.

Al respecto, recordó que el comportamiento de los hombres como consumidores o prostituidores “es un proceso masculino que se desarrolla prácticamente a lo largo de toda su vida y se basa en la violencia que cosifica a las mujeres para ponerlas al servicio del placer masculino”, por ello, para trasformar esta conducta, se necesita impulsar procesos educativos desde la primera infancia, lo que es responsabilidad de la autoridad educativa estatal.

Además, el Programa Estatal contra la Trata de Personas con fines de explotación sexual en niñas y mujeres 2022 – 2027, que el próximo 8 de septiembre cumplirá un año de haberse publicado, establece con claridad el objetivo de “contribuir en la desestructuración y disminución de las causas sociales que originan la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual”, lo que a la fecha no ha ocurrido.

Ante ello, el Centro Fray Julián Garcés demandó que las instituciones gubernamentales responsables realicen las acciones que les mandata el Programa Estatal contra la Trata y no simulen enfrentar el problema sólo a partir de las acciones que previamente han establecido, y que también las autoridades de los tres ámbitos de gobierno dejen de mantener la impunidad en el combate a la trata de mujeres y niñas en el Estado de Tlaxcala.

Insistió en que, además de acompañar a las víctimas de trata de personas y mujeres en situación de prostitución de forma integral y con las perspectivas de género y de derechos humanos, se requiere elaborar un programa de capacitación continuo para los operadores jurídicos, es decir, personal policial, ministerios públicos, pericial y de los juzgados, a fin de inhibir la violencia creciente hacia las mujeres “expresada en otros delitos claramente vinculados con la trata como la desaparición y el feminicidio”.