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Cotizan hasta 500% más, predios donde pasan ductos de gas en el sur

  • Personas compran los terrenos a cualquier costo, hay sospechas de que lo hacen para extraer combustibles sin que nadie denuncie

Hasta cinco veces más de su valor real, campesinos de municipios del sur cotizan sus predios por donde pasan los ductos de gas e hidrocarburos de Petróleos Mexicanos (PEMEX).

La intención es no venderlos a cualquier persona, sin embargo, hay quienes pagan lo que sea por algunos metros o todo el predio, la mayoría de quienes desembolsan hasta millones de pesos para tener sus propiedades ahí lo hacen con el fin de sacar provecho y adueñarse de puntos donde se puede extraer combustible.

Por eso, la vida de muchos campesinos ha cambiado de un momento a otro, pues extraños llegan preguntando si venden algún terreno en la zona ejidal, principalmente, y luego de contactar a los propietarios y pagarles lo que piden, algunas veces los condicionan para no hablar al respecto, por lo que también optan por irse a vivir a otro lado.

Los terrenos que se encuentran en el área poblada son disfrazados como viviendas particulares o solo son bardeados, pues seguramente se convertirán en puntos donde haya a futuro tomas clandestinas conectadas directamente a los ductos.

“Terrenos que cuestan unos 50 o 100 mil pesos pueden llegar a ser vendidos hasta en medio millón de pesos o más, algunos pagan hasta millones para tener un terreno por donde cruzan los ductos, son gente de fuera que viene a comprar, luego bardean o construyen y cuando eso pasa ya saben que lo quieren para sacar gas o diésel”, comentó uno de los vecinos que habita cerca de la zona donde se han encontrado varias tomas clandestinas en Nativitas.

De este modo evitan que alguien denuncie y si lo hacen seguramente sabrán quién fue el que avisó a las autoridades.

Así, las tomas y válvulas de donde extraen gas y diésel, principalmente, están ocultas a la vista de todos, y aunque los pobladores de aquellos lugares no obtienen ningún beneficio, tampoco están dispuestos a delatar a los delincuentes, pues saben que su vida y las de sus familiares corren peligro.

“Llegan y contactan al dueño de cualquier terreno, esté a la venta o no, ellos buscan el lugar que les servirá y en ocasiones terminan por comprarlo, quienes se niegan a vender son convencidos para que renten el espacio, pero se convierten en cómplices, por eso es mejor vender e irse a otro lugar”, dijo el entrevistado.

“La explosión que se suscitó en noviembre de 2019 fue porque se les salió de control a los trabajadores de PEMEX, pero más de una semana antes habían encontrado la fuga, esa fuga estaba dentro de una colonia donde muchos sabían que existía, pero nadie se atrevía a denunciar”, dijo.

Ante las amenazas y el temor de ser víctimas de agresiones, incluso la muerte, los habitantes del sur han preferido callar pese al peligro latente que existe, aunque también hay quienes son partícipes y obtienen una ganancia con estos actos, pero la mayoría son víctimas de quienes a diario extraen miles de litros de combustible de manera ilegal.