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Ceniza del Popocatépetl deteriora murales de Cacaxtla

  • Las pinturas muestran decoloración y no es por el paso del tiempo, advirtió arqueóloga del INAH durante la celebración por el 48 aniversario de su descubrimiento

La ceniza que emana durante la actividad del volcán Popocatépetl y que es transportada por el viento hasta precipitarse sobre territorio tlaxcalteca, principalmente en municipios sureños y de la franja colindante con el Estado de Puebla, ha afectado los murales de la zona arqueológica de Cacaxtla.

A 48 años de haber sido descubiertas y pese a que desde hace más de 30 están cubiertas con una techumbre que las protege de las inclemencias del tiempo, las pinturas muestran actualmente una notable decoloración que las pone en riesgo.

Los daños, de acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), hasta ahora son atribuidos a la caída de ceniza volcánica en la región, pero aún no tienen un cálculo de hasta dónde pueden deteriorarse o si pudieran perderse los murales que forman parte del patrimonio histórico.

Así los sostuvo la arqueóloga y restauradora, Alatiel de la Mora Gómez, durante el conversatorio que se desarrolló por los 48 años de la zona arqueológica, señalando que se ha formado una “red cristalina” que se percibe en el mural de la Batalla, que ha provocado una disminución en la intensidad de colores.

Ante la situación, argumentó que una de las posibles conclusiones es que se trate de ceniza volcánica porque, al encontrarse en un corredor principal hacia el Popocatépetl, que ha estado teniendo muchas exhalaciones últimamente, al parecer esta se incrusta en los pequeños poros de los aplanados y hace que la imagen se vea como una fotografía velada.

“Algunas conclusiones, todavía preliminares, es que se trate, posiblemente, de ceniza volcánica […] al parecer se incrusta en los pequeños poros de los aplanados y es lo que también da esta imagen como blanquecina o con menos intensidad de los colores”, dijo.

El cambio de apariencia del mural de la Batalla ha sido percibido y alertado por turistas y personal que custodia la zona arqueológica, por ello subrayó que ya se iniciaron estudios más concluyentes, con técnicas que incluyen la colorimetría para aclarar las dudas e inquietudes que surgen y tener así una respuesta concreta.