Estado

Católicos dejan de usar pirotecnia, para que llueva en Cuauhtelulpan

  • Encargados de los rosarios vespertinos acordaron ya no lanzar cohetes, la decisión fue agradecida por pobladores, quienes dijeron que la lluvia hace más falta

Miguel Ángel Lara

A solicitud de un número significativo de vecinos, miembros de la comunidad católica de San Lucas Cuauhtelulpan, perteneciente a la capital, desde hace por lo menos tres días dejaron de lanzar pirotecnia durante los rosarios vespertinos en honor a la Virgen María.

Mayordomos de los cuatro barrios y los fiscales de la iglesia acordaron no utilizar cohetes por las tardes para favorecer las lluvias, esto debido a que se ha comprobado que el estruendo que producen es causante de la disipación de las nubes y, por ende, la modificación de las precipitaciones pluviales.

La decisión fue bien vista por los colonos, sobre todo por quienes se dedican a las labores del campo, ya que el temporal es crucial para que sus sembradíos prosperen y tengan buenas cosechas.

Pobladores de aquella localidad se manifestaron a favor de que el dinero que se utiliza para comprar cohetes que solo se queman, sea utilizado para arreglar los faltantes en el templo o bien para que en cada rosario se pueda obsequiar algo a las personas que lo necesiten.

“El gasto de comprar la pirotecnia es tremendo, mejor usarlo en ayudar a la iglesia, que sea restaurada y con flores hermosas a la virgen, o dando a los que necesitan. El tronar cohetes asusta la lluvia que tanto necesitan nuestros campos y agricultores y nosotros con el agua que ahora falta, las presas y lagunas secas y también es estresante para niños especiales, autistas, aves, perros, hay que tomar conciencia por favor hay que romper con esas tradiciones que dañan; mejor con esa cooperación hacer algo más que agrade a Dios y la Virgen”, escribió Claudia QN en sus redes sociales.

Esta cibernauta también se manifestó a favor del respeto hacia los semejantes, externando que la pirotecnia daña al planeta tanto como los incendios; “por eso tanto calor y falta de lluvia, nuestros ancestros hacían rituales al cielo, para que lloviera, no tronaban cohetes”.

Personas de comunidades cercanas también reconocieron la decisión, señalando que si todos se unieran seguramente la capital tendría una mejor temporada de lluvia y habría mejores resultados para el campo, además de que los mantos acuíferos podrían recargarse y eso se traduce en más agua para los hogares.

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