OpiniónPORTADA

Campañas sentimentales

  • El próximo proceso electoral, dicen los expertos, estará dirigido a las juventudes y a los sectores sociales modernos, es decir, no habrá necesidad de propuestas, pues los sentimientos jugarán un papel importante

A unas pocas semanas de que inicien, de manera formal, los procesos electorales rumbo a las elecciones de 2024, los expertos en campañas políticas ya afianzan las estrategias con las que harán ganar a sus clientes y, esta vez, parece ser que serán unas contiendas emocionales, antes que políticas.

Y es que, tal parece que en esta ocasión la estrategia no tendrá que ser dirigida a las personas de estratos sociales bajos o de sectores vulnerables, sino más bien, el mensaje deberá llegar a los jóvenes y sus nuevas formas de pensar, al menos para que ese sector poblacional se convierta en votante.

Dicho de otra manera, las campañas políticas, dicen los expertos, deberán mover los sentimientos y emociones de los millenials o centenials, y ya no ser del clásico discurso de promesas y proyectos a futuro, y se deberá optar por las campañas visuales que muevan los sentimientos de la gente, y visuales me refiero a campañas en redes sociales, no en bardas y volantes impresos.

Una foto o un video abrazando un perro, rescatando un gato de la calle, llevando comida a algún albergue para mascotas, conviviendo en el mercado con las personas, leyendo un libro en el parque, jugando con los niños; esas serán las imágenes que los jóvenes querrán de los políticos y aspirantes a algún cargo público.

Organizar una exposición de artesanías, ayudar a los vendedores ambulantes a tener un espacio donde comercialicen sus productos, dar empleos temporales, cuidar el río o limpiar las barrancas, esas serán las acciones que los jóvenes esperan, más que construir carreteras u hospitales.

Y es que, con el auge de los eco-friendly y el impacto del cambio climático en Tlaxcala, seguramente el que tenga el mejor proyecto será el que llegue a convencer a los jóvenes, por el contrario, para el otro segmento social, los tradicionales y los adultos mayores, el discurso deberá ser diferente.

los políticos a la antigua no tendrán nada que hacer si no se adaptan a las nuevas exigencias y a lo que las nuevas generaciones jóvenes requieren, y si su objetivo es ser los más votados, entonces deberán, primero, contratar a quien sí esté listo para dar ese cambio en las campañas, y que sepa manejar el marketing emocional, o conformarse con ver pasar a sus adversarios.