Amarran a funcionarios de Calpulalpan, por agua y seguridad
- Pobladores de diferentes puntos del municipio exigieron al alcalde una respuesta sobre la falta de agua potable desde hace un mes y los nulos resultados en seguridad, como no fueron atendidos personalmente retuvieron al secretario del ayuntamiento y al secretario particular; las protestas arreciaron hasta que fueron desalojados por granaderos
Vecinos de algunas comunidades de Calpulalpan amarraron y exhibieron al secretario del ayuntamiento y al secretario particular del alcalde, Edgar Peña Nájera, como una manera de protesta para solicitar respuestas acerca de la falta de agua potable y los nulos resultados en materia de seguridad.
Provenientes de San Marcos Guaquilpan, Alfonso Espejel, San Antonio Mazapa, Santiago Cuaula y San Cristóbal Zacacalco, llegaron al zócalo municipal con pancartas en mano buscando al alcalde, pero al no obtener una respuesta volcaron sus consignas en contra de funcionarios municipales.
El secretario particular de Edgar Peña fue el primero en tratar de dialogar con los inconformes; a él le pidieron que fuera personalmente el alcalde quien los atendiera, de otra manera no se moverían de allí, por lo que el segundo en salir fue el secretario del ayuntamiento, a quien le hicieron saber sus peticiones con la misma consigna.
A través de una llamada telefónica Peña Nájera informó que se encontraba en una reunión en la capital, por lo que le sería imposible tratar los asuntos personalmente, sin embargo, los quejosos optaron por otra actitud y decidieron colocar un lazo a los funcionarios y exhibirlos en la explanada principal, al tiempo de tomar simbólicamente la alcaldía e interrumpir las labores en el ayuntamiento.
Luego de varias horas de diálogo fallido y de ser atendidos por el alcalde solo a través de una llamada telefónica, los manifestantes se trasladaron a la carretera- federal México-Veracruz a la altura del crucero que conduce hacia la colonia Francisco Sarabia y cerraron la vialidad junto con varias calles, causando el descontento de automovilistas y vecinos que no podían acceder a sus domicilios.
Los ánimos se encendieron, el cierre carretero fue motivo para enfrentar verbalmente a los propios pobladores, por lo que un grupo de elementos de seguridad estatal tuvo que actuar intentando desalojar a las personas que mantenían el cierre vial.
Posteriormente estos volvieron a reunirse y nuevamente cerraron las avenidas, provocando que elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana realizaran por lo menos un intento más por disuadir la turba lanzando petardos y granadas de gas lacrimógeno.
Hasta el cierre de esta edición la tensión continuaba y la carretera continuaba bloqueada, mientras que la intención de dialogar con el presidente municipal no fue posible.