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Alerta, transporte público se convierte en blanco

La escases de dinero combinada con desempleo, la necesidad de comer de las familias y cubrir de manera urgente otras necesidades primordiales, conlleva a que se incrementen los actos delictivos, principalmente los robos a transeúntes y de transporte público.

En estos momentos, se empieza a resentir con mayor medida entre la población de escasos recursos y de quienes viven al día, la afectación económica y falta de dinero circulante que ha propiciado el Covid-19 en los últimos días.

El resguardo de las personas en sus viviendas, así como la caída de las ventas en los negocios y, en algunos casos, los paros técnicos laborales y hasta definitivos, convierten en riesgo que vaya al alza la comisión de delitos en el estado durante la transición de la segunda a la tercera fase del Coronavirus que está próxima a llegar.

La influencia en las altas tasas delictivas que en los últimos meses registraron el Estado de México, Hidalgo, Puebla y hasta Veracruz, pueden hacer blanco al territorio tlaxcalteca de sus fechorías, incluso con el riesgo de que involucren a una parte de la población de Tlaxcala en estos delitos, como ocurre con el saqueo a los vagones del tren que se presenta en Huamantla, principalmente.

Desde el pasado lunes 16 de marzo que en Tlaxcala se suspendieron las clases en todos los niveles educativos por las autoridades estatales, para evitar contagios masivos del Coronavirus en la población tlaxcalteca, así como demás medidas tomadas correspondientes a la fase uno y dos del Covid-19, los actos delictivos tuvieron una disminución en el territorio estatal.

Incluso, durante prácticamente un mes –del 16 de marzo al 15 de abril- de haberse suspendido las clases no se tuvo un alza en el zaqueo a escuelas públicas de Tlaxcala, fue precisamente hasta la madrugada de ayer que se conoció del hurto secundaria Técnica número 50 ubicada en la comunidad de Santa Cruz Guadalupe del municipio de Chiautempan.

Aprovechando la contingencia por la pandemia del Coronavirus que se está viviendo en Tlaxcala, y la falta de vigilancia, fue que un grupo de personas robaron computadoras, cañones y otros objetos de valor que se encontraban dentro de institución educativa de nivel básico.

Además de este hecho, usuarios del transporte público ordinario que corre de Tlaxcala hasta el municipio de Calpulalpan, y que circula por la carretera Yauhquemehcan-Texcoco, denunciaron que fueron objeto de asalto con violencia en la unidad colectiva.

Tres personas –dos hombres y una mujer- fueron quienes los despojaron, por la noche, de sus pertenencias como: dinero en efectivo, celulares, artículos de valor y hasta la cuenta económica que llevaba el operador del servicio colectivo de la Línea comercial denominada Flecha Azul.

En ese mismo tramo carretero, entre la comunidad de Recova perteneciente al municipio de Hueyotlipan y la población de López Mateos de Sanctórum, un operador de un trailer fue asaltado con violencia dentro de su unidad cuando se encontraba descansando junto a una gasolinera de la zona.

Además del robo de sus pertenencias y dinero, su esposa sufrió abuso sexual por parte de uno de sus agresores, delito que se cometió hace unos días.

Ante estas llamadas de alerta de seguridad, las autoridades en las cerca de 400 comunidades de Tlaxcala, en los 60 municipios, en el territorio estatal y las de carácter federal encargadas de la vigilancia dentro del territorio tlaxcalteca, deberán actuar rápido para coordinarse.

También tendrán que modificar sus estrategias de rondines y de protección a la población en sus respectivos ámbitos de competencia ante el alza de delitos que se empieza a presentarse en el territorio estatal.

Debido a la escases de dinero, y al igual que como se viene presentando en otros estados del país, el móvil de los actos delictivos parece enfocarse en el transporte público y sus diversas rutas que atraviesan el territorio estatal, por lo que se requiere poner mayor atención.