Afuera las donas y las papitas: Ojalá
De Viva Voz…
Víctor García Lozano
La salud en Tlaxcala durante este sexenio ha sido el sector de batalla, el que da resultados
constantes, pero brilla por su discreción e impacto mediático.
Tlaxcala se alista con desafíos en este sector para el otro año, teniendo que cumplir un plan de
acción nacional del gobierno federal, que no será fácil de llevar a la realidad.
El combate a una pandemia como lo es la obesidad infantil, problema del cual México es referente
mundial se esta abordando de manera coordinada con las escuelas y las tiendas que ahí proveen
alimentos a los educandos, mayoritariamente de baja aportación nutricional, más bien nociva.
Según la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición revela que en nuestro país la prevalencia
de Sobrepeso es en menores de 9 años del 23% y en la adolescencia el 24.7% a nivel nacional. Y la
Obesidad es en menores de 10 años del 25% y en adolescentes del 18% a nivel nacional.
La obesidad se relaciona con un aspecto genético, pero el estilo de vida afecta más ahora; la
ingesta de alimentos de alta densidad calórica, bebidas azucaradas y la falta de activación física
recae directamente a estas enfermedades; sumémosle la elevada disponibilidad de comida
chatarra, alimentos procesados y con azúcares adicionales en las escuelas.
Esta pandemia se vuelve mas perjudicial para la sociedad tlaxcalteca y el sector salud cuando estos
niños de adultos se vuelven mas propensos a otros males crónicos, como: alguna enfermedad
cardiovascular, resistencia a la insulina y diabetes tipo 2, problemas respiratorios como asma y
apnea de sueño, enfermedades del hígado o hasta problemas de salud mental como ansiedad o
depresión.
Para abril del próximo año tendrá que ser realidad que, en escuelas, las tiendas y comedores dejen
de vender la comida chatarra e incluso en los alrededores a los planteles, se dijo.
El diagnóstico sobre los efectos de la comida chatarra ya estaba desde hace años sobrevisto, así
como los efectos en la niñes y juventud tlaxcalteca y mexicana; las propuestas de suspender
productos chatarra en escuelas también ya no era nueva y de distintas fuerzas políticas, en ya
pasadas épocas.
Sin embargo, nunca se volvía realidad. En esta ocasión ya hay ejecución de un plan y plazos. Ya
está en acción un censo de establecimientos de alimentos dentro de las escuelas tlaxcaltecas,
habrá una capacitación y acreditación a aquellos, para finalmente arrancar con la suspensión el
otro año. Además, que están definidas multas económicas para los establecimientos que no se
adhieran a estas normas.
La lista de alimentos que no se podrán vender en las escuelas: papas fritas, antojitos mexicanos
como tacos, quesadillas y chilaquiles, botanas como frituras y cacahuates enchilados, dulces,
pastelitos y galletas; postres como flanes, gelatinas y donas; helados y paletas; bebidas
azucaradas, como refrescos y jugos; Hot dogs, embutidos como salchichas y chorizo.
Los principales retos están en como realmente se va hacer cumplir esta prohibición. ¿realmente ya
no veremos a nuestros niños y jóvenes con refrescos y papitas en el recreo? ¿Cuál será la
coordinación entre autoridades de los tres niveles de gobierno para hacer observar la norma y
sancionar a los establecimientos infractores? ¿Cómo se va garantizar la prohibición de la venta de
estos productos en los alrededores de las escuelas?
Dudas fundamentales que ponen en juego la efectiva realización de esta buena intención.