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Acepta Zamudio que hay indicios de narcomenudeo en escuelas de Tlaxcala

  • El secretario de salud declaró ante medios nacionales que un estudiante fue quien llevó los dulces adulterados y los vendió a sus compañeros; aún no tienen resultados de análisis a más muestras

El secretario de salud en Tlaxcala, Rigoberto Zamudio, aceptó que hay indicios de que en las escuelas de la entidad pudieran existir problemas de narcomenudeo y los estudiantes estarían inmiscuidos.

En las declaraciones que el funcionario estatal hizo a “El País”, con respecto a los dulces adulterados que presuntamente se encontraron el viernes pasado en una escuela, dijo que fue “un niño que para ayudar a la economía llevó productos a vender a la escuela y ahí se detectó que estaban abiertos los envases, con unos sellos que no son los que salen de la producción original”.

Aunque pareciera que esto no sería más que la respuesta a una pregunta que le dictó al medio de comunicación de alcance internacional, dejó entrever que, tal como lo investigó ABC Noticias de Tlaxcala, hay personas que acercan los productos con sustancias nocivas a las escuelas y que de alguna manera están llegando al interior de los colegios a través de los niños y jóvenes tlaxcaltecas.

En la misma nota informativa la autora, Karina Suárez, expuso que de acuerdo con información oficial dentro de las cooperativas donde los alumnos compran dulces durante el recreo, se ha bloqueado su comercialización hasta que finalice el análisis por parte de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado (COEPRIST), y hasta el 16 de noviembre se habían recolectado 64 muestras en 25 escuelas de primaria, secundaria y nivel medio superior y no se habían detectado más casos.

El problema que pareciera sólo un caso de salud, con lo dicho por Zamudio, escala a algo que tiene que ver con la seguridad y vigilancia fuera de los planteles educativos, y debería tomar, entonces, mayor seriedad y atención de la que se le está dando.

“El País” también publicó que el secretario de salud insiste en que la primera prueba positiva por estupefacientes se realizó en un laboratorio sin acreditación para hacer este tipo de pruebas en alimentos. Por ende, añade, se deben esperar los resultados oficiales para corroborar si las golosinas estaban contaminadas con droga.

Ayer por la tarde, el titular de la COEPRIST, Francisco Jiménez Campos, expuso a través de un comunicado que luego del análisis de los dulces no hay paletas adulteradas, como lo informó la Secretaría de Salud la semana pasada.

Es decir, Rigoberto Zamudio no hizo bien su trabajo y culpó indebidamente a los productos que se venden en las escuelas sin investigar el problema de origen; era claro que no encontrarían un lote de dulces adulterados, porque posiblemente quienes manipularon los que llegaron a la escuela, de haber sido como él mismo lo planteó, lo hicieron en unos cuantos y estos llegaron a los niños de manera voluntaria y hasta quizás controlada.

En el mismo comunicado, Francisco Jiménez contradice a Rigoberto Zamudio al expresar que durante el proceso desarrollado en el protocolo de COEPRIST contra probables riesgos sanitarios, no existen elementos, al no haber denuncia de la población, ni personas con daños a la salud atribuibles a este motivo.

Además de que dio a conocer que “la cadena de custodia del dulce no fue la correcta, ya que el producto pasó por diversas manos y la envoltura fue manipulada”.